Opinión

Ourense, el Liverpool de los 60

Hoy damos comienzo a una serie de crónicas ambientadas sobre todo en la música pop de los años 60-70 en nuestra ciudad, algo que marcó no sólo la marcha cultural y lúdica de la época sino que dejó impresa en la memoria de los que vivieron intensamente esta experiencia una huella que ya nunca se borrará. Me refiero sobre todo a los jovencísimos músicos que siendo todavía unos críos vivieron la vorágine inexplicable con palabras y al mismo tiempo gozosa de subirse a un escenario para tocar los ritmos de última moda en los países anglosajones siempre pioneros, sobre todo Inglaterra y Estados Unidos. Algunos de estos chavales incluso se aventuraron con la siempre difícil tarea de componer temas nuevos.

Pretendo al abarcar esta, hasta cierto punto, complicada misión, ante todo rendir homenaje a cada uno de los que se dejaron llevar en aquellos años difíciles de escasez económica por la vorágine y los ritmos del rock y luego del twist, siguiendo la estela de las grandes estrellas como Elvis, Beatles, Rollings, Beach Boys y otros solistas o conjuntos musicales que llenaban el dial de ritmos nuevos y arrasadores paralelamente a los grandes románticos de la época como Doménico Modugno, Gilbert Beacoud, Adamo, Charles Aznavour, Jimmy Fontana … y en España los siempre queridos y admirados José Guardiola, Jorge Sepúlveda, Machín … y ya posteriormente los siempre añorados Nino Bravo, Cecilia y tantos otros.

Esta nueva manera de hacer música casi siempre estaba repartida entre cuatro y a veces cinco componentes que se dieron en llamar conjuntos musicales o grupos musicales, rompiendo de este modo con las formas y concepción del espectáculo musical al que estábamos habituados, de orquestas y solista, aunque posteriormente todos convivieran sobre las tablas como tenía que ser.

El primer conjunto que apareció en nuestro Ourense con esta nueva estética, estaba compuesto por cuatro chavales ilusionados que ya en 1960 se lanzaron a la aventura. Ellos fueron los impagables Alfonso Freán (guitarra y voz), Pablo García (piano), Ramón Pochi (batería) y Manolo Guerra (guitarra). Se llamaron “Los Cramps”, y dejaron una impronta impagable cuando apenas habían surgido los nuevos ritmos y se lanzaron tocando éxitos de Fast Domino, Jerry Lee Lewis y, sobre todo, de Elvis. Ellos fueron los adelantados y tocaron muy a menudo en esa joya de sala de fiestas de la época llamada Auria, que desapareció un mal día del 72.

También brillaron anecdóticamente en la veraniega e improvisada plaza de toros portátil que lucía todos los años en Os Remedios, haciendo de teloneros nada más y nada menos que del Dúo Dinámico, que en aquellos primeros años de la década prodigiosa todavía no había sacado al mercado discográfico muchos de sus éxitos que ahora nos resultan tan familiares.

Han pasado cincuenta años y todo parece un sueño, pero aquello fue el día a día y el año a año de una ciudad que se llamaba Ourense y que bien pudo ser el Liverpool español por el empuje musical de su juventud.n

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