Opinión

Lo que viene de Madrid

Una buena amiga me envía un alarmante wasap: "Van a echar a los madrileños"; y seguidamente constato en la información de La Región esa desconcertante realidad que se daba en la costa gallega. Una leyenda urbana, esta la de que el virus lo trajeron los madrileños, alentada desde algún medio de comunicación.

No, amables lectores. La maldita enfermedad COVID-19 no salió hacia Galicia desde la capital de España a modo de regalo envenenado que traían los accidentales turistas madrileños, que solo buscaban una bocanada del aire puro en nuestras rías. 

Hay injusticias que desde la fácil imputación a otros de lo que nos pasa a todos, terminan por convertirse en una falsa creencia, pero una convicción falsaria cargada de un potente mensaje transmitido de boca a oreja. De

Madrid lo que viene todos los veranos es un turismo fiel que encuentra en Galicia el lugar más maravilloso del mundo para pasar las vacaciones y, naturalmente, dejando a hosteleros, cafeterías, restaurantes, tiendas y supermercados una buena inyección de euros.

 Dámaso Alonso escribió: "Madrid es una ciudad de más de un millón de cadáveres (según las últimas estadísticas)"; y sigue siendo hoy una muy difícil urbe, herida de muerte por la pandemia. Pero igual que Ourense o Vigo, van a resucitar pronto de las cenizas víricas para lanzarse sus habitantes a la calle de la vida, con renovadas ganas de progresar desde la solidaridad que nos deja como legado esta trágica experiencia.
La comprensión exacta del origen y expansión del maldito virus es el primer requisito para la organización social de nuestra felicidad.

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