Opinión

Las elecciones del odio

Nos encontramos los españoles ante unos extraños comicios, sin precedentes en nuestra historia democrática. Para empezar, estas elecciones son la repetición de las anteriores, hace seis meses, dado que entonces no se logró formar Gobierno. En el entretanto las cosas se han enrarecido todavía más. Los cuatro líderes más destacados salieron a ganar, un logro que resulta matemáticamente imposible. Sobre todo, porque cada uno de ellos se ofrece en sus proclamas como hipotético presidente del Gobierno. Es más, las dos posibles parejas (PP+C´s) y (PSOE+UP) se odian entre sí, aunque no tanto los seguidores como los respectivos líderes. Resultado: otra vez va a ser imposible formar Gobierno. Volvemos a la casilla de salida. Que conste que nuestro ambiente cultural impide hablar de odio, pero es lo que se detecta.

La encuesta de Infortécnica presenta algunas novedades. Es normal la alta proporción de “no voto+indecisos”, sobre todo en Ourense (cerca de la mitad del censo). No sabemos cuántos de ellos al final votarán. De momento muchos de los indecisos ocultan su voto. No es lo mismo decirlo en una entrevista que depositar la papeleta de forma anónima.

Con el tamaño de la muestra de la encuesta resulta muy arriesgado el cálculo de escaños. Por tanto, será mejor fijarnos en el número de votos. Según ese dato, PP y UP (Podemos más sus adherencias) lograrían cada uno el 27% de los votos. Contando con el lógico margen de error, se puede afirmar que UP podría conseguir in extremis más votos que el PP. En cuyo caso se aprovecharía de la divisa de los populares de que “debe gobernar el partido con más votos”. En ese caso el Gobierno lógico sería UP+PSOE, pero insisto:  sus líderes se odian. De lograrse, sería una nueva versión del Frente Popular de 1936. Aquello ya sabemos cómo acabó.

El PP+C´s también se podrían coaligar para formar Gobierno, especialmente si UP y PSOE no se entendieran. Pero otra vez el odio les llevaría a no pactar. Solo cabría una desesperada salida: que tanto Rajoy como Rivera dimitieran. Podría darse el paradójico resultado de que el PP, con más votos que nadie, no gobernara. Eso significaría un Gobierno de izquierdas muy inestable. Lo cual nos llevaría al ludibrio de unas terceras elecciones. El país no lo soportaría.

Según la encuesta de Infortécnica, los resultados de Galicia (y más concretamente los de Ourense) experimentan menos sorpresas. Es decir, ganaría ampliamente el PP. Aun así, ahí tenemos el porcentaje tan alto de indecisos+abstemios, lo que hace difícil la anticipación precisa de la realidad.

En conclusión. La encuesta de Infortécnica difiere un poco de las otras conocidas al confirmar el sorprendente avance de Podemos, aunque ese partido significa más bien una heteróclita amalgama de ellos. La anticipación anterior difiere de las que conocemos, montadas generalmente sobre el “espero y deseo”, es decir, la interpretación de los datos que corroboran las aspiraciones. Hace dos años escribí sobre el progresivo avance de Podemos elección tras elección. Los demás partidos no fueron eficaces para detener esa marcha ascendente en el conjunto de España. Ahora no están legitimados para lamentarse.

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