Opinión

RETRATO DEL PSOE CON RUBALCABA AL FONDO

Que digan lo que digan los que lo quieran decir, pero todos sabemos que Rubalcaba da diez mil vueltas a Rodríguez Zapatero como 'homo-politicus'. Esto sería importante si no fuera porque -digan los que digan los que lo quieran decir- ZP ha sido un lamentable resbalón en la historia de las presidencias democráticas españolas y un muy duro batacazo en la ya la larga historia del PSOE. Algún día se podrá ver con perspectiva sus dos legislaturas y juzgar hasta qué punto se puso al frente del Gobierno de España un iluminado inexperto sin experiencia en la vida y en la gobernación y cuya principal logro fue crear problemas donde no los había y no solucionar ninguno a los que tuvo que enfrentarse.


Esa dramática ineptitud le llevó a rodearse de gentes aún más ineptos que él o más proclives al poder y a prescindir por lo tanto de los mejor dotados o los más expertos. De esa quema continua sólo se salvó precisamente Rubalcaba. Del resto no hace falta más que irse a Google y teclear 'gobiernos de Zapatero'. Las listas que aparecen -salvo excepciones- no resultan del todo creíbles y si ya te pones a leer la vida laboral de la mayoría de los/las que ocuparon y ocupan carteras ministeriales, sólo aciertas a balbucear un acongojado 'por qué'.


Y en esas estábamos, perdidos en el bosque de la crisis y otros lamentos, cuando Rubalcaba anuncia tranquilo que deja el Gobierno para preparar su candidatura a las generales. Era más que previsible que esto pasara como parece más que previsible que no se agote la legislatura.


¿Y qué va a ofrecer Rubalcaba nuevo a los votantes cuando siempre ha estado ahí? El PSOE post franquista es un retrato con Rubalcaba al fondo; Rubalcaba en el tiempo de la pana, Rubalcaba cuando Otan, no y Rubalcaba cuando Otan, sí. Rubalcaba de los GAL, Rubalcaba de la LOGSE. Con tanta historia a cuestas me vuelvo a preguntar ¿qué puede ofrecer nuevo a los votantes? Se supone que nada, que el objetivo del aún vicepresidente no es ganar las elecciones sino amortiguar la caída. Duro objetivo este de salir ya derrotado en la carrera. Por eso lo que se supone que hará Rubalcaba es retomar la izquierda y pararse ahí y no como ZP, que ya ni él mismo sabía qué tenía que hacer. Lo malo es que la izquierda-izquierda está dolida, y no hay más que irse a Extremadura para comprobarlo, y para colmo, si te pasas un pelín en el acercamiento y abandonas el centro izquierda diez minutos, ya te la ha ocupado otro, emergente o no.


Aunque por experiencia sé que Rubalcaba dice lo que debe decir en cada momento sin que lo que diga tenga que ver o no con la verdad, lo cierto es que da la talla como político y sería más que deseable que, pasara lo que pasara en las elecciones, Gobierno y oposición dedicaran un par de años a recomponer juntos un país que no se merece lo que le está pasando.

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