Opinión

Provincias y propuestas en Badajoz

Manuel Baltar, presidente de la Diputación

Es realmente satisfactorio comprobar cómo una idea propia se convierte en una realidad compartida por los máximos representantes de los gobiernos provinciales de España. Así ha sucedido con la “Conferencia de presidentes” celebrada en Badajoz hace días y que pusimos en marcha en Ourense en 2014.


La provincia es una realidad, su gobierno también, reconocida y garantizada por la Constitución. Una institución, creación romana y ratificada en la actual división territorial de España hace casi doscientos años, que no es sólo una circunscripción electoral. Las provincias existen y sus intereses también, y el gobierno que los defiende: las diputaciones.


  Sólo desde la ignorancia y de la falta absoluta de información puede criticarse una institución que supone únicamente alrededor del 1 % del gasto público en España y que hace más que ninguna otra administración por vertebrar y cohesionar el territorio garantizando la pervivencia de nuestro mundo rural.


“Si un vecino tiene un problema, acude al alcalde. Si un alcalde tiene un problema se dirige a la diputación”. Esta frase la pronunció el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, en el acto inaugural; es idéntica a la que vengo reiteradamente diciendo: “el ayuntamiento es la administración más cercana al ciudadano y la diputación la administración más cercana al ayuntamiento”.


Las Diputaciones tuvieron protagonismo en la creación de las comunidades autónomas, así se lo reconoció nuestra Carta Magna en su artículo 143 (“la iniciativa del proceso autonómico corresponde a las diputaciones…”)...a continuación de otros no menos importantes: el 137 que habla de la autonomía provincial..el 138 del equilibrio territorial...el 139 de la igualdad de los españoles en los territorios del Estado...el 141 del gobierno provincial...el 142 de las haciendas locales con esa participación en los tributos de las comunidades autónomas que, casi cuarenta años después todavía no se ha concretado...por qué?
En todos estos años de democracia constitucional tampoco ha sido un prodigio de reducción el pasar de cincuenta provincias a diecisiete comunidades autónomas. Sobra decir que el “café para todos” ha devenido en cifras no interpretables, por contundencia real, en la contribución de cada gobierno territorial al déficit público. En ese “furor autonómico” cabe recordar, anecdóticamente, el proyecto de estatuto que pudo encontrarse en el Ministerio de Administraciones Públicas para crear la comunidad autónoma de nombre “GUAMATO” (fruto de la unión de las provincias de Guadalajara, Madrid y Toledo).


Una de las primeras reflexiones coincidentes en el encuentro inaugural de Ourense había sido que nunca antes, ni desde el gobierno del Estado ni desde las correspondientes formaciones políticas, nadie había creado un cauce de comunicación entre las provincias de España con el protagonismo de los presidentes de sus gobiernos. Ya lo tenemos. Y la iniciativa ha sido de las propias diputaciones, concretamente de la nuestra que en 2012 comenzó a celebrar unas jornadas que empezaron titulándose “las diputaciones del futuro” y que ya son ahora nominadas como “el futuro de las diputaciones”.


En este recorrido considero crucial el papel de la Fundación Democracia y Gobierno Local, el think tank más importante del municipalismo español, donde estamos representados directamente veinticuatro gobiernos provinciales, formando parte Ourense del núcleo de ocho que integramos su comisión permanente. Y agradezco el talante e impulso de Mercé Conesa, su presidenta y presidenta también de la diputación de Barcelona, con quien compartí relatorio en Badajoz junto a  la presidenta de Cáceres y al presidente de Valencia.


No debemos olvidar que también la FEMP, a cuya Junta de Gobierno también pertenece Ourense, cuenta con una Comisión de Diputaciones de la que espero lo mejor en este mandato, presidida por Francisco Reyes, el presidente de la diputación de Jaén.


  Las propuestas son claras en el actual escenario de debate, todas ellas lanzadas en varias ocasiones por este que escribe: elección directa de los miembros de la corporación provincial (la diputación de Ourense ya ha elevado tal petición a las Cortes Generales del Estado para modificar la ley electoral), el nuevo marco de financiación local (que debe abordarse ya y simultáneamente con la financiación autonómica) y la presencia del mundo local en el Consejo de Política Fiscal y Financiera.


Por el camino más propuestas como la que esbocé estos días pasados en la capital pacense y que tiene que ver con el discurso del territorio que pronunciamos desde los gobiernos provinciales (ese que conoce perfectamente el presidente del gobierno de España por haber presidido la diputación de Pontevedra). Hablando del Senado que es la cámara de representación territorial...por qué han de ser elegidos senadores en representación de las comunidades autónomas y no por los plenos de las diputaciones correspondientes? ¿Por qué no cada provincia elegir un representante en el Senado que dé cuenta anualmente ante el pleno de la gestión realizada? Apunto esta idea como apunté otras en el pasado...me quedo con la unanimidad que aprecié en Ourense y Badajoz, dejando en la calle la camiseta de los partidos políticos que representamos y pensando en clave de gobiernos eficientes y territorios con derechos. No dudo que ese talante unánime formará parte de nuestra próxima cita en Segovia en 2017. 
Creo en Ourense.
 

Te puede interesar