El curro conocido de un viejo colega era dar vueltas a una rotonda hasta que un despistado le alcanzaba por detrás. Siempre andaba colgado del collarín para ir tirando. La clientela más cándida del abrevadero lamentaba la mala suerte del amigo sin coscarse de la piratada. Vivir desconfiando…
calendar_today 06/mar./24