Opinión

DEPENDE

Hay días, ¿verdad? que uno se levanta con muchas ganas, y otro en los que hasta le pesa el alma; pero los gallegos somos mentes abiertas, inquietos y, básicamente, con carácter sobrio y con una gran fuerza de voluntad; con capacidad para administrar sabiamente; prudentes; y arriesgados, al igual que los guerreros celtas, de los que dice Manuel Rivas, recordando a Vicente Risco, 'tan bravos en la acometida como propensos al desaliento'. Yo eso lo noto; y que en tiempos de recesión, lo último que se le puede pasar por la cabeza a cualquiera es emprender y trabajar por cuenta propia. Lo que bien vale, en su substancia, para todo el mundo: celta o emprendedor.


El último informe del Global Entrepreneurship Monitor, para Galicia en 2009, indicaba que la crisis se ha dejado notar entre el empresariado gallego, ya que el índice de actividad emprendedora cayó un 37% en relación al año anterior. Y quédense con la nota de que, a través de este indicador, el G.E.M. estudia el comportamiento de las personas en cuanto a iniciar y liderar un negocio; un informe que explica que la marca 2009 es la más baja en el ranking de las registradas hasta la fecha, y que no hace sino constatar los efectos de esta recesión, que parece que se nota más en nuestra Comunidad.


Y al miedo al fracaso, uno de los dos argumentos que explican mayormente los motivos por los que no todos los desocupados están preparados para lanzarse a la aventura empresarial, cabe añadir la dificultad de no obtener financiación; el único impedimento para muchos; o que hace que se postergue esta decisión hacia el medio plazo. Mal asunto señores si, en la teoría, es fácil conseguir bolsillo. De momento, los bancos no tienen dinero disponible o no quieren facilitarlo; y en cuanto a la entrada de capital a las empresas, se encuentra dirigida hacia sociedades con mucho potencial en la generación de ganancias; que no es el caso de la población de microempresas con baja capacidad de innovación. Y aunque en lo público hay subvenciones, y muchas , o incluso demasiadas; y empréstitos; acaso crean ustedes que está acertado dirigir tan directamente, desde una Administración, a qué sectores favorecer, porque quizá sea óptimo reforzar un sistema de avales con los que garantizar las condiciones a la libre autonomía y actividad empresarial.




A buen emprendedor?


Porque las cosas pintan malitas en el tema monetario, acrecentar garantías, con recursos humanos y financieros en un sistema que ya existe y que se llama Garantía Recíproca es una fórmula a considerar; para limar los filtros que establecen, en muchos casos, más restrictivos que los propios bancos.


Y hay que ser optimista en este proceso de recesión, en el que, efectivamente, hay un rayo de esperanza, porque hay interés en las personas emprendedoras y también en gente con experiencia y un largo recorrido profesional en proyectos ligados a nuevas tecnologías, que es donde hay más oportunidades para emprender y donde se encuentran demasiadas dificultades en este proceso. Y es que, si el crédito sigue pensando más en empresas tradicionales con inversiones de inmovilizado, en vez de en intangibles, muy intangibles, y en ver como valoramos las inmaterialidades, ¡mal vamos! Sensaciones, feeling, cosas intrínsecas susceptibles de jugar bazas fundamentales en el devenir de las entidades, savoir faire, son también valorables aún cuando no gocen de expresión cuantitativa en términos monetarios. Y los sectores productivos tienden a desdibujarse y a unirse en un proceso de hibridación: las nuevas tecnologías con la restauración, con los viajes, el textil, las artes gráficas o el medio rural. Es un suponer.


Mientras que las líneas de provisión monetaria, tienden a sectorializar, a magnificar la garantía patrimonial, el capital fijo o la inversión en inmovilizado, frente a un maltratado capital circulante muchas veces imprescindible para invertir en estos otros modelos de negocio.


Como dice un proverbio asiático: cuando comienza a soplar el viento , algunos corren a esconderse y otros a construir molinos de viento; y si se revisa la lista de empresas que ahora suenan , Twitter, Facebook, Zinga o Groupon, muchas de ellas, en este país, no se hubieran podido gestar; pues, nacidas después de 2006, se constituyeron en base a préstamos pequeños para poner en marcha lo impalpable. El presidente de los Estados Unidos, hace no muchos días, lanzaba una petición para el impulso del crecimiento económico en esta etapa nueva. Y no crean ustedes que se reunía con General Motors o con Ford, sino con Mark Elliot Zuckerberg de Facebook y con Steve Jobs.


Nosotros deberíamos cuidar nuestra cantera, lo que nos iba, además, permitir fijar a profesionales con una alta cualificación. Y porque el emprendimiento es algo más que montar una empresa, ya que es una actitud y una capacidad de comunicar, una capacidad de trabajo y capacidad de liderar. Y si en el medio urbano no hay facilidades, ¡fíjense en el medio rural!: no hay innovadores, porque no hay recursos puestos de forma global.


Y, entonces, si ustedes se preguntan si existe un sentir gallego propio en el ámbito empresarial, pues depende: puede que sí o puede que no? aunque casi siempre las infraestructuras tecnológicas y un sistema de fuertes garantías son indispensables. Y un AVE y un sistema de carreteras más complejo y sofisticado también, gracias.

Te puede interesar