Pasan a menudo, pienso que todos los días: informan, son noticias diversas, inquietan, alegran, emocionan, preocupan y entristecen. Con los años en más ocasiones 'algo se muere en el alma cuando un amigo se va'. Uno está cada vez más solo, con menos ilusiones y cuesta mucho no convertirse en 'un amargao'. El pasado martes recordaba a mi inolvidable amigo Enrique Llovet, a quién e me unió un entrañable y casi familiar afecto. Horas después me llega la noticia de la marcha de Joaquín Soler Serrano. También nació en agosto, el 19, cuatro días y dos años más tarde que Enrique y ha fallecido hace tres fechas el pasado siete. No representa la pérdida de un amigo entrañable pero desde luego la de un querido compañero. Trabajamos juntos en 1969. Durante un año presentó 'Los hombres saben los pueblos marchan' programa que tuve el placer de idear, dirigir y realizar.
Había terminado el programa 'Las 10 de últimas' y Pepe Casas, uno de los mejores ejecutivos de la historia de TVE y sin discusión una de las más entrañables y buenas personas que figuran en la historia de aquella casa en la que abundan envidiosos y mediocres, me encomendó preparar una idea para un programa concurso que involucrara al más amplio target de audiencia. La única condición era que tenía que contar con dos figuras de la radio ya entonces algo pasaditas: José Fernández Manzano (FERMAN) triunfador en la SER con el concurso mañanero 'Conozca a sus vecinos' y Joaquín Soler Serrano que acababa de volver de Venezuela. No era fácil, los dos me sacaban más de quince años cada uno y habían triunfado en sus oficios más que yo en el mío. Se me ocurrió utilizar el esquema de la Democracia Orgánica (Individuo, familia, municipio y sindicato) y convocar a los concursante a participar individualmente, uno por provincia, la primera semana y en compañía de miembros de su familia la segunda, de su municipio la tercera y en la cuarta cambié al representante del sindicato por el de la provincia.
El proyecto gustó, el título que inventó Joaquín también y el programa tuvo durante un año un éxito aceptable. No quiero olvidar a la presentadora, Puri Villa, una maciza emigrante en Alemania a quien recomendó Doña Ramona, la mujer de Don Camilo Alonso Vega.
Después nuestros caminos se separaron y Joaquín volvió a triunfar con un programa al que cualquier jovencito soplagaitas calificaría de 'mítico o emblemático', se tituló: 'A fondo'. Como he titulado 'Cosas' a esta columna citaré dos que me tienen de los nervios y que comentaré en mi próxima entrega: La propuesta por la compañía Ryanair consistente en retirar los copilotos en los vuelos cortos, y la de uno de esos truhanes que viven de los demás asustándoles en nombre de su Dios, el reverendo Terry Jones, del Dove World Outreach Center en Gainesville (Florida) que formula la propuesta de quemar el libro sagrado de los musulmanes, el Corán, mañana día 11-S en recurdo del ataque a la Torres gemelas.
