Opinión

Presunta tonta

Todos aquellos compañeros que ostenten una asesoría o cualquier prebenda dependiente de la voluntad y decisión del mundo PSOE y asociados, deben estar hechos una pantera con la tía Tere. El desgraciado asunto del ‘Alakrana’ se ha ido complicado día a día gracias a la torpeza de alguien del Gobierno. Se hacían apuestas: ¿Quién era el autor de la bobada? ¿era posible que los mandos de nuestra Armada se hubieran vuelto tontos de capirote? ¿Estaba Esperanza Aguirre y su gestapillo involucrada en la maniobra? No, señoras y señores, tengan la seguridad que el master de la estupidez proviene de la tercera vía. Disculpen que me autocite, el pasado martes decía en estas páginas: ‘Lo que no tiene duda es la torpe actuación de las autoridades nacionales al hacer pública la detención de dos de los forajidos, los dos piratillas somalíes traídos como trofeos de la eficacia y que ha supuesto la intervención automática de la maquinaria judicial española ¿No hubiera sido más prudente mantener a los arrestados a bordo de nuestra fragata sin presumir políticamente del arresto?’.


Servidor estaba en lo cierto, la Armada intentó que los piratas Raageggesey y ‘Abdu Willy’, detenidos el 3 de octubre en el Índico y que participaron en el secuestro del atunero ‘Alakrana’, fueran enviados a Kenia en vez de ser traídos a España.


Según El Mundo.es, informaron a la Audiencia Nacional de dicha detención a las 21.00 horas del mismo día recordando que existía un ‘canje de notas con Kenia’, lo que implicaba que este país aceptaba el traslado de los detenidos.


La vicepresidenta Fernández de la Vega contradijo a la Armada y, a las 21.30 horas de ese sábado, la Abogacía del Estado recibió instrucciones para presentar una denuncia.


Al igual que en el caso de los trajes del saltarín Camps, a la señora vicepresidenta le gusta excitar la actividad de la Justicia. El presidente de la Audiencia, don Ángel Juanes, en una nota de cinco puntos afirma que ‘ningún juez’ reclamó la ‘competencia’ del caso ‘ni exigió’ denuncia alguna, ni actuó de oficio, sino que quien lo hizo fue la Abogacía del Estado por directa orden de la citada y viajera vicepresidenta.


A las familias las han mandado callar y se han callado, ¡vale! Pero a la opinión pública hay que contar siempre la verdad.


En la próxima encuesta, antes que sea cocinada, doña Carme y doña María Teresa van a quedar como Remedios Amaya en Eurovisión: ‘0 point’.



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