Opinión

¿Volverán las oscuras golondrinas?

El que juega con fuego acabará quemándose; los que permiten, bajo una interpretación laxa de la libertad de expresión, actos como el que en la tarde se ha celebrado en Arenys de Munt y al que el alcalde del pueblo Carles Móra ha calificado como: ‘Fiesta de la democracia’, son incitadores de una vuelta a los años treinta del siglo XX. Una pregunta tan inconstitucional como la que presumía el Plan Ibarretxe ha sido permitida por el ejecutivo autonómico de Cataluña y también desde el timonel del Ejecutivo nacional.


Han acudido una serie de miembros de Falange Española para reivindicar la vergüenza nacional aunque no es el sistema apropiado para transitar por la vida política actual. Los hechos son de una gravedad extrema y necesitan de una contundente y conjunta respuesta de los partidos nacionales si quieren que nuestra Constitución no se perjudique.


Las manifestaciones de índole contraria, banderas y medios de comunicación de toda España y de otros países europeos llenan las calles del centro de la localidad, según la edición digital de El Mundo.


El Centro Moral de Arenys de Munt, el local elegido para albergar la consulta popular por la independencia, registra largas colas desde que a las 9.00 horas de la mañana se han abierto las urnas. 6.515 ciudadanos -los mayores de 16 años- de este municipio barcelonés están convocados a participar.


La pregunta: ‘¿Está usted de acuerdo con que Cataluña se convierta en un Estado de Derecho independiente, democrático y social integrado en la Unión Europea?’. A las 18.00 horas, el 35,44% de los convocados había participado.


Aviso a los navegantes: Se trata de un peligroso episodio que no puede ser admitido por ningún patriota aunque sea para mantenerse en el poder, ni para conseguir la aprobación de unos presupuestos.



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