Opinión

FLOR DE UN DÍA

Aunque todavía nos encontramos en el arranque, prácticamente, de la competición liguera y puede pasar de todo, lo que parece que no va a ocurrir -la lógica siempre se impone- es que nos encontremos con un tercer convidado de piedra sorprendente y sorpresivo que se mida con los dos grandes.

Si por un momento fue el Valencia de Unai Émery el que se hizo con el mando de la tabla y dio un golpe de autoridad en su partido con el todopoderoso Barça, empatando un encuentro que incluso pudo ganar -ese remate bajo palos y a puerta vacía de Soldado-, y poco más tarde los cronistas nos cantaban las excelencias de un Málaga que deslumbraba y que también se hacía momentáneamente con el liderato, han bastado seis jornadas para que las aguas vuelvan a su cauce y el conjunto blaugrana, a pesar de sus puntuales tropiezos -bastantes más que la temporada pasada por estas fechas, eso es cierto- , se haya hecho de nuevo con el mando de la clasificación.

A escasa distancia, tan sólo un punto por debajo, se sitúa un Real Madrid que, en último caso, tiene en su mano hacerse con el cetro esta temporada si no pincha, como tiene por costumbre en los últimos años, en los duelos directos con su eterno rival.

Valencia y Málaga ya están por debajo y el Betis -un recién ascendido que también ha saboreado el liderato esta temporada- se encuentra un escalón por debajo de los anteriores.

El único que se mantiene ahí, en la cúspide, es el Levante, aunque su técnico ya ha recalcado que eso está muy bien porque se suman 14 puntos en seis jornadas, pero que la lucha de los levantinos es por la permanencia.

Estos lideratos 'flor de un día' parecen demostrar que la Liga de dos no es un invento; si no, al tiempo.

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