Opinión

Fanatismo y tigres de papel

¿Se reforzará el terrorismo de Al Qaeda, DAES, Hermanos Musulmanes… después de la victoria de los talibanes? Se preguntan los servicios de inteligencia (léase CIA) olvidándose de que fueron ellos los que sufragaron, organizaron e impulsaron los grupos terroristas contra la Unión Soviética y sus aliados afganos. Para conseguir sus objetivos no dudaron en despertar a la hidra del terror, alimentarla y utilizarla para socavar a su rival en la guerra fría sin pensar que el perro rabioso puede morder a su amo.

¿Quién planificó el fin de los autócratas laicos en países en los que estaba controlado el terrorismo? Saddan Hussein en Irak, Muamar el Gadafi en Libia, Bahasar al Asad en Siria , Babrak Karmal y su sucesor Mohammad Najibulá en Afganistán... Excepto Asad los demás líderes fueron ejecutados de una forma cruel e innoble. Libres de sus adversarios, los integristas financiados por USA, Arabia y algunos emiratos del Golfo Pérsico incrementaron su presencia en el mundo musulmán extendiendo su influencia al continente africano. Las mal llamadas primaveras árabes colaboraron en la desestabilización de los gobiernos donde los ejércitos eran garantía de seguridad y el caos se extendió como mancha de aceite. Solo Arabia y los países con monarquías teocráticas no sufrieron las movilizaciones que derribaron a los regímenes laicos.

¿Es USA un tigre de papel? Así parece demostrado por el resultado de los conflictos bélicos en los que ha intervenido directamente desde el final de la Segunda Guerra mundial: Corea, Vietnam, Irak, Somalia… y ahora Afganistán fueron fracasos sonados. Su única victoria fue la invasión de la Isla de Granada defendida por cuatro policías, que se enfrentaron valientemente a los marines. Sus servicios de “inteligencia” planifican las intervenciones boomerang financiando golpes de Estado, asonadas militares y asesinatos selectivos (Patricio Lumumba en el Congo, Salvador Allende en Chile, Muhammad Mossaddegh en Irán, Jacobo Arbenz en Guatemala…son algunos ejemplos de líderes asesinados o apartados del poder de forma violenta).

Mención especial merece la belicosidad de los habitantes de Afganistán. Las tribus y los pueblos que configuraron el origen del país, fueron continuamente hostigados por imperios y reinos colindantes que salieron derrotados por la agresividad de los habitantes del país. Como hecho anecdótico el mismo Alejandro Magno se vio obligado a contraer matrimonio con una bactriana para aliarse con sus aguerridos habitantes. Persas, Mongoles, Ingleses, Rusos, Soviéticos…y ahora todos los aliados que configuran la OTAN, fueron incapaces de dominar y controlar a este belicosos país que una vez más ha derrotado a sus invasores.

Las consecuencias del éxito talibán creará inseguridad en una zona donde los equilibrios son históricamente inestables: Pakistán radicalizará su política social. La India, China y Rusia tendrán conflictos con las minorías musulmanas de sus países. Israel aumentará su arsenal y será más agresivo con los palestinos. Siria continuará en guerra civil. Turquía incrementará la represión sobre los kurdos. Irak vivirá en constante conflicto entre suníes y chiíes. Se incrementará el enfrentamiento entre Irán y Arabia que contará con el apoyo inestimable de Israel. Europa perderá influencia en la zona. La OTAN dejará de intervenir en los conflictos, mientras EE.UU fijará su política económica y militar en función del expansionismo de la cada día más poderosa China. Y las madrazas seguirán formando fanáticos yihadistas.

Son elucubraciones del Viejo Milenario, el futuro está sin escribir (Si es que hay futuro)

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