Opinión

España desmembrada

La política de estos últimos años me condujo a releer el discurso pronunciado en el Cine Ópera y publicado en el periódico “Crisol” el 9-9-1931, que termina: "¡No es esto, no es esto!. La República es una cosa. El radicalismo es otra. Si no, al tiempo", titulado "Rectificación de la República" del autor de "La España invertebrada" (1921) Ortega y Gasset (diputado en la Cortes Constituyentes de 1931). Al unirse en la transición nacionalistas, franquistas, monárquicos, socialistas, comunistas, republicanos, democristianos, liberales, y sindicatos (incluido el nacido durante la época franquista, CCOO), creíamos que los versos de Antonio Machado -"Ya hay un español que quiere/ vivir y a vivir empieza,/ entre una España que muere/ y otra España que bosteza./ Españolito que vienes al mundo,/ te guarde Dios./ Una de las dos Españas/ ha de helarte el corazón"- habían pasado a la historia, lo mismo que los de Eugenio de Nora -"España, España, España… ¡Cómo no amar sufriendo, el perdido pasado, y con ira y coraje, el perdido presente!". Pensábamos con ilusión que después del 27-9-1975 (últimas penas de muerte ejecutadas en España) y la muerte de Franco, la reconciliación era posible; hoy poco hemos avanzado. Ya en el lejano 1-2-1994, José Luis Abellán escribía: "Me refiero a la sistemática dejación de la idea de España por parte tanto de poderes públicos como de autoridades responsables. Quizá el abuso que la dictadura franquista hizo de tal concepto, monopolizándolo en pro de su política centralista y unitaria, provocó el consiguiente rechazo".

Retornemos la reconciliación y la democracia, no hay una solución política. El camino es cambiar las leyes o la Constitución por los cauces legales, en especial el "Título VIII", y no para constituir una España federal (¿asimétrica?). Las autonomías tienen más trasferencias que cualquier estado federal existente, de hacerlo caeríamos en lo dicho por Ortega y Gasset en el Cine Ópera, y añado lo que escribió en 1921: "La esencia del particularismo es que cada grupo deja de sentirse a sí mismo como parte, y en consecuencia deja de compartir los sentimientos de los demás". Olvidarlo casi nos condujo a convertir la Piel de Toro en un reino de taifas que debemos evitar.
 

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