Opinión

El Big Data no hace aquaplanning

Los apasionados de la Fórmula 1 queremos saber cada vez más cosas de lo que pasa en boxes, el diseño de los circuitos y como no, de las rencillas entre pilotos. Cada fin de semana de carreras es puro espectáculo y año tras año, la tecnología ha ido cogiendo más importancia, no solo para los equipos sino para los espectadores. 

Desde hace varias temporadas Amazon Web Services mantiene una alianza con el Mundial de Fórmula 1 para ofrecernos el análisis de los datos técnicos que generan las retransmisiones televisivas de los grandes premios. Pero la labor de recogida de información va mucho más allá. Por medio de la tecnología basada en la nube, el machine learning o la inteligencia artificial, el proveedor tecnológico ha ayudado a la competición a rediseñar automóviles y circuitos con el objetivo de ampliar la base de aficionados por medio de una experiencia más atractiva. Sí señores, el consumidor siempre en el centro de todo. 

En un deporte de competición como la F1, al igual que en otros tantos, dominar la recogida y análisis de datos marca la diferencia entre las diferentes escuderías para conseguir que sus monoplazas destaquen sobre los demás. Durante las carreras, los monoplazas emiten más de un millón de puntos de datos por segundo a la nube. Desde allí, toda la información la recopilan los boxes de los equipos, así como a decenas de personal de apoyo con las que cuentan en sus cuarteles generales. Los datos han cambiado la F1 drásticamente en los últimos años. Los coches ahora contienen más de 300 sensores que miden una amplia gama de entradas, incluida la temperatura, la presión de los neumáticos o la trayectoria. 

La importancia de los datos para cualquier compañía radica en que permite hacer análisis mucho más exhaustivos y certeros que garanticen llevar a cabo movimientos en firme asentados en información veraz que permita conocer presente y futuro así como medir el rendimiento de las acciones. Las empresas data oriented, al conocer mucha más información del consumidor podrán ofrecer experiencias más satisfactorias de compra y de atención al cliente.El data es una innovación que se ha convertido en un gran aliado para crecer, esta información se ha convertido en el que muchos denominan el oro del siglo XXI. 

Basta con detenerse a ver las cifras que arroja Google, que pese a su opacidad con los números se estima gestiona más de 63.000 búsquedas por segundo, LinkedIn recibe más de 4.200.000 solicitudes de trabajo cada hora e Instagram publica más de 50.000 fotos al minuto. Los datos sin procesar no valen mucho por sí mismos, pero sí que lo valen si se recurre al Big Data para analizarlos y personalizar sus servicios. 

El Big Data por ejemplo, nos ha servido para conocer que Fernando Aloso, sin desmerecer en absoluto al grandísimo Carlos Sainz jr. nuestro otro piloto patrio en el pit lane, es uno de los pilotos más rápidos de la historia, por detrás de un podio que no sorprende: Senna, Schumacher y Hamilton. 

Los datos bien entendidos y analizados han llegado para quedarse también en el mundo del deporte. Baloncesto, tenis, fútbol, F1…cada vez son más las disciplinas deportivas en donde los datos cobran protagonismo y plasman no solo la realidad sino que también nos ayudan a predecir el futuro.

La capacidad de manejar toda esta increíble información y de extraer conclusiones constituye una técnica de valor incalculable para las empresas. La materia prima del siglo XXI no es el oro, sino los datos y toda compañía que se precie deberá cumplir tres condiciones: formación, acceso a los datos y la herramienta adecuada para poder explorarlos.

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