Opinión

Ganó Barbados

Una semana después de la celebración de uno de los mayores espectáculos deportivos del mundo tenemos un claro ganador y no, no son los Kansas City Chief sino Rihanna. 

El día después del épico partido que sienta a más de 100 millones de espectadores frente a sus televisores leíamos los titulares de los principales medios de comunicación y no era otra sino ella la que acaparaba las noticias. A algunos hasta les costó llegar a conocer quién había sido el equipo ganador de la final de la Liga Nacional de Fútbol Americano de este año. 

Lo comentábamos la semana pasada, la publicidad arrasa en la Super Bowl año tras año y este no se iba a quedar atrás.Los trece minutos más esperados no fueron otros sino los que acaparó Rihanna en el medio tiempo enfundada en un mono rojo de Loewe, primera en la frente para la marca propiedad del grupo LVMH que ha visto cómo las visitas a su web se han visto incrementadas y han hecho viral el top rígido elegido por la cantante. 

Mucho se ha hablado también de sus zapatillas rojas de Salomon reeditadas por Maison Margiela, se han convertido en lo más buscado de Internet en los últimos días y ya cuelgan el cartel de Sold Out. 

Pero la cosa no se queda ahí. Embarazo aparte, la ganadora de 9 Grammys ha demostrado con creces que, a parte de ser toda una artista internacional, es un as en los negocios. Como fundadora de la marca Fenty Beauty, ha sabido rentabilizar con creces su actuación promocionando sus productos, que, a día de hoy, se han convertido en un éxito de ventas. 

Si como contábamos la semana pasada, treinta segundos de publicidad llegaban a costar siete millones de dólares en el evento deportivo del año, a Rihanna solo le ha bastado retocarse el maquillaje con su propia firma de belleza durante su actuación para convertir a sus productos en todo un hit. Sin duda, ese fue uno de los momentos publicitarios de la noche. Tanto es así que hasta la cuenta oficial de Twitter de la National Football League compartió un tweet en donde cambiaron el nombre del evento de la Super Bowl a Fenty Bowl, en referencia a la marca cosmética. Un acto de tan solo siete segundos con los que la de Barbados se ha ahorrado millones de dólares en publicidad. 

Lo que no podemos obviar es que todo este trabajo es fruto de una estrategia de marketing muy meditada y que está claro que ha dado sus frutos. Desde la decisión de la cantante a formar parte del evento, por el que no ha cobrado, como su meditado maquillaje y vestuario.

Si bien es cierto que la carrera musical de Rihanna ha sido clave para su fortuna, es una habitual de la lista de millonarios de Forbes, sus marcas no han hecho más que contribuir a sumar ceros a sus cuentas. Su empresa de lencería, que ha cerrado rondas de inversión millonarias, se ha comentado que planea salir a bolsa con una valoración de 3.000 millones de dólares y su marca de belleza, que pertenece al 50% a la familia Arnault, propietaria del grupo LVMH, arrasa en todo el mundo. 

Parece ser cierto con ella el refrán de “todo lo que toca, lo convierte en oro”.

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