Opinión

Google activa su alerta

Los cambios se producen cada vez más rápido, no hay casi tiempo de reacción y más si hablamos del sector tecnológico. La forma en la que se consume información también se encuentra sujeta a múltiples factores que impulsan su transformación. Hoy buscamos contenido en las web a través de buscadores como Google, principalmente, pero puede que, en un futuro no muy lejano, esto no sea así y existan diferentes alternativas. 

La aparición del nuevo chat de OpenIA, Chat GPT, ha abierto el debate sobre cómo se pueden ver alteradas las bases de la monetización en Internet por este cambio mencionado y cómo puede afectar esto al gigante tecnológico Google y al posicionamiento de su imperio. 

Chat GPT es una nueva tecnología de generación de lenguaje natural GPT-3·5, abierta a la experimentación masiva y planteada de tal forma que se pueda chatear con ella a través de un navegador como si se hablara con un amigo o con un agente de atención al cliente en un sitio web, llevando a cabo una consulta personalizada.

Hasta el momento, Google y su buscador han tenido el control y la cuota de mercado absoluta, han conseguido dominar y modificar la forma en la que se consume información en la red y ninguno de sus rivales han podido hacerle frente en las últimas décadas. Millones de negocios, profesionales, medios, publicidad online… han seguido esta configuración del negocio: posicionarse para aparecer en los primeros lugares de los buscadores de Google.

La aparición de Chat GPT ha hecho activar las alertas. Este nuevo chat de OpenIA ha querido ir más allá, ofreciendo un método de búsqueda de información y resolución de dudas más natural: el modelo pregunta-respuesta socrático. Además de responder a la pregunta formulada, este AI tiene un sentido del contexto y reconoce todo lo que se ha estado hablando hasta ese momento, sabe identificar exactamente lo que se quiere saber sin tener que dar toda la explicación.

Se le puede pedir todo, desde una definición sobre algún concepto a la escritura de algún artículo o resumen con un número máximo de caracteres prefijado, crear guiones para TikTok o Youtube… En definitiva, se le puede pedir cualquier cosa relacionada con el lenguaje o que se pueda expresar a través de él. 

A pesar de todos estos beneficios, cuenta con errores e inconvenientes que dificultan su uso. Algunos de los principales son su falta de conexión a internet que dificulta su empleo, los errores con los que muchas veces responden a cuestiones y la base de su aprendizaje:  un dataset que solo llega hasta 2021, como consecuencia de ello no se ofrecen noticias o aspectos de última hora, lo que dificulta la comunicación con el usuario. 

Otro aspecto negativo es que, mientras que la mayoría de webs del mundo desean recibir tráfico de Google y aparecer en las primeras posiciones si es posible, el nuevo formato de la nueva OpenIA hace desaparecer las citas y la referencia del contenido del que se obtiene información. Esto responde a su propuesta de valor: no derivar al usuario a otras webs para ofrecer ellos mismos la respuesta.

Muchas ventajas, una propuesta única de valor muy potente pero también muchas incógnitas y errores fruto de su falta de experiencia y ruedo en el mercado. Competir con un gigante tecnológico veterano es complejo, lo que sí puede es ir, paso a paso, mejorando su proposición de venta para ofrecer una oferta mejorada y única. Aunque para eso queda tiempo, esfuerzo y dedicación.

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