Opinión

NFT, las siglas de moda

Los activos digitales intangibles prometen revolucionar sectores como el deporte, el arte y el audiovisual.

El diccionario Collins, toda una institución en la lengua de Shakespeare, ha elegido esta semana NFT como palabra del año. Motivos no le faltan, ya que según sus datos el uso de esta abreviatura inglesa de Non Fungible Token, algo que podemos traducir como activos digitales no tangibles, ha incrementado más de un 11.000% durante el 2021 pasando a ser una expresión ya de uso común. Otras palabras finalistas a llevarse el título también estaban muy relacionadas con el ámbito de las nuevas tecnologías, destacando cripto y metaverso.

Un NFT es un criptoactivo que, bajo la tecnología blockchain, representa algo único, indivisible e insustituible, lo que le garantiza autenticidad y también la capacidad de probar su escasez y su propiedad. Ahora es habitual que se puedan adquirir con divisas normales y corrientes, pero sus orígenes están vinculados a la criptomoneda Ethereum. Es precisamente en el mundo de las criptomonedas donde estos activos digitales comenzaron a popularizarse, aterrizando en poco tiempo en videojuegos, clubes de fútbol, artistas y recientemente hasta youtubers.

Aunque el primer proyecto NFT se remonta al 2015, no ha sido hasta el 2021 cuando este formato ha alcanzado su mayor popularidad, a través de grandes y conocidas subastas de piezas digitales históricas. En los últimos meses se ha vendido desde el código fuente de la World Wide Web, creado por el mismísimo Tim Berners Lee, subastado en Sotheby’s por 5,4 millones de dólares, hasta el primer tweet de la historia lanzado por el actual CEO de Twitter Jack Dorsey, que alcanzó los 2,5 millones de dólares. Compañías de videojuegos y equipos de fútbol también han adoptado esta tecnología, como Sorare, una empresa francesa que ha conseguido una ronda de inversión de 680 millones de dólares para levantar su negocio de venta de cromos digitales de futbolistas.

El mundo del arte también ha apostado en masa por los NFTs. Las casas de subastas de todo el mundo también se han lanzado a subastar grandes obras de arte virtual durante el 2021, alcanzando ventas por más de 3.000 millones de euros según un informe publicado por Hiscox.

La emblemática casa de subastas londinense Christie’s, por ejemplo, ha superado en menos de un año los 100 millones de dólares en ventas de artículos con certificado de propiedad NFT, pero la adopción de estos activos por parte de instituciones como museos y galerías de arte es todavía una incógnita.

La industria audiovisual también está inmersa en un profundo debate sobre este mercado, especialmente tras el reciente caso de Tarantino. Tras el anuncio del célebre director de “Pulp Fiction” de su intención de subastar el guíon original y material inédito de la cinta como NFTs secretos, la productora Miramax le ha demandado por violar los derechos de proiedad intelectual de la película, rodada en 1994. ¿Habrían hecho lo mismo si Tarantino subastase la copia física del manuscrito original? La posibilidad de crear copias ilimitadas de un activo digital para la venta de artículos para fans y coleccionistas puede suponer una nueva y suculenta vía de ingresos para las productoras, y perder esta batalla legal contra Tarantino puede sentar jurisprudencia y alejarlas de un brillante futuro en el mundo de los NFTs.

Lo cierto es que esta novedosa tecnología todavía puede ser aún complicada de entender y que su volatilidad e incertidumbre todavía suponen un riesgo para invertir en la compra de activos digitales no tangibles. Su alto consumo energético y las dudas sobre la ausencia de regulación parecen no suponer ningún problema para su avance y popularización, también en nuestro país, donde ya contamos con artistas y plataformas que apuestan por esta tecnología con las siglas de moda.

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