Esta madrugada se celebra el que es, sin duda, uno de los eventos que más expectación genera a nivel televisivo. La Super Bowl es el partido final del campeonato de la National Football League (NFL). Con los años ha dejado de ser únicamente un evento deportivo convirtiéndose en todo un show, además de una gran oportunidad para las marcas.
La Super Bowl no solo es conocida por su competición deportiva sino también gracias a las actuaciones que se celebran durante el descanso del partido,en el que un artista invitado de reconocimiento mundial ameniza el receso con un espectáculo de gran calibre. Durante esta performance, la audiencia ha aumentado exponencialmente en los últimos años y la segmentación de su target se ha ampliado considerablemente. Este año la encargada de animar el entretiempo no es otra que la mismísima Rihanna.
Lo que no podemos obviar es que, a parte de la contratación de potentes artistas de talla internacional, la Super Bowl se ha convertido en el escaparate perfecto para las grandes marcas. Muchas lo consideran su gran oportunidad a nivel de marketing y publicidad, es el momento perfecto para mostrarse ante millones de personas en todo el globo.
Se espera que en el partido que enfrenta a los Philadelphia Eagles contra los Kansas City Chiefs se batan récords de audiencia superando los más de 100 millones de espectadores del año 2022. Teniendo en cuenta esta cifra empezamos a entender la relevancia que tiene este acontecimiento para los anunciantes.
Si bien es cierto todo lo anterior, esta publicidad no es para todos los bolsillos. Este 2023 el coste de los anuncios ha llegado a límites nunca vistos. Se comenta que por spots de 30 segundos se han llegado a pagar hasta siete millones de euros; esta edición pasará a la historia. Las empresas de alimentación y bebidas serán las estrellas este año. Desde Fox, organizadora de la Super Bowl, confirman que la empresa cervecera estadounidense, Anheuser-Busch, dueña de la conocida cerveza Budweiser, ha sido la empresa con la mayor inversión publicitaria. Pepsi le sigue de cerca, mientras que Apple será el patrocinador del descanso.
Pese al precio a pagar, está claro que las empresas recuperan la inversión, no solo a nivel de ventas sino que las convierte en trending topic durante días. Los anuncios emitidos durante la Super Bowl captan elevados niveles de atención, por lo que se produce un impacto directo en la audiencia pero también hace que muchos de ellos, queden en el recuerdo a lo largo de los años.
Parece cierto que los anunciantes serán los grandes beneficiarios de la repercusión mediática generada por este partido. Es su gran momento para hacer branding o presentar al mundo sus novedades, pero todos con la intención de promocionarse.
En los últimos años también se ha visto cómo diferentes marcas sacan partido a este evento a través de diferentes estrategias de marketing sin necesidad de anunciarse durante el partido aprovechando que los días previos a la celebración las búsquedas y noticias sobre el evento de la NFL son tendencia, por lo que muchas marcas se suben al carro.
La publicidad y la Super Bowl van ahora de la mano, no se entiende la una sin la otra. Queda demostrado que la publicidad es el motor de este evento, pero no debemos olvidarnos que, para los que amamos el deporte, el motivo principal es la competición en sí, y no lo que le rodea. Somos muchos los que seguiremos el partido ¿Quién ganará este año? ¿Philadelphia Eagles? ¿Kansas City Chiefs? ¿Rihanna? o…¿un anunciante?
