Opinión

Los que más ganan

Los futbolistas parece que son los mejor pagados de España. Los jugadores de la Liga cobrarán como media unos 129.000 euros (catorce veces el salario mí- nimo). Para ser claros: "viven como marajás". "Marajá" es el título dado a los príncipes de la antigua civilización india que eran grandes terratenientes. Viene del sánscrito, haciéndose célebre a raíz de los contactos comerciales con los países colonizadores.

Ronaldo, en el Real Madrid, es el jugador mejor pagado de la Liga española, con 35,3 millones de euros anuales, según la Fundación Marcet, que seña-la que los futbolistas son los profesionales mejor pagados de España y con la carrera más corta. La plantilla del Madrid llega a 200 millones de euros en salarios, un récord del club en toda su historia, según calcula el estudio. De los 35,3 millones,
Ronaldo cobra 17, ya que 18,3 van a Hacienda. El segundo mejor paga- do de la plantilla blanca es Bale, cuyo fichaje récord fueron 101 millones de euros, percibiendo 11 millones por temporada. Y en el Barça, más de lo mismo: Messi, percibe 35 millones, de los que se queda con 12,5 millones y el resto para Hacienda. Neymar gana 20 millones, 7 para él y el resto para Hacienda.

Los 2a división recibe un máximo de 64.500, de acuerdo con el convenio colectivo. En esta categoría el salario mínimo es de 3.335 euros al mes y anualmente 46.690 euros. Los jugadores con sueldos de más de 600.000 euros al año tributan al 43%, mientras que la Liga inglesa, por ejemplo, tributan al 50%. La elevada presión fiscal en España, señala el informe, ha empujado a algunos jugadores a desarrollar la ingeniería fiscal utilizando los paraísos fiscales y otras fórmulas. Ahora se descubren los ya célebres “papeles de Panamá”.

Ante estas cifras, uno se cuestiona muchas cosas. La primera y fundamental es si a los futbolistas les mueve la pasión por el deporte o por sus emolumentos. Pero también me acecha la duda de si es correcto el sistema, sobre todo en tiempos de crisis. Cierto que el deporte del balompié se ha convertido en un verdadero espectáculo, pero directivos y jugadores nunca debieran olvidar que verlos jugar muchas veces supone un gasto desmesurado que quebranta aún más la economía de esos aficionados.

Me consta que algunas de esas figuras compaginan su vida de la jet con necesidades de tantos que mendiguean por doquier. Pero, con todo, bien creo que esas ayudas quedan al socaire de las genialidades de los donantes, que en- cima se fotografían con los receptores, lo cual supone el riesgo del protagonismo e incluso de la injusticia a la hora de repartir. Sería una propaganda encubierta e incluso una justificación para desgravar.

Lo dicho. Que la riqueza está mal, muy mal repartida desde los "marajás" africanos y asiáticos hasta el último empleado que mal se ve para llevar la comida a su casa. Producen una desigualdad tremenda y ni se recatan de hacer alarde de cuanto poseen y lucen de manera estentórea. Encima, y eso es otra, sus ingresos vienen del fútbol y de todo lo que les rodea en un pluriempleo totalmente encubierto, llámese camisetas y artilugios varios, así como convertirse en modelo de cualquier marca de ropa o de lo que fuere.

Todo es una muestra más de lo contradictoria que es esta sociedad guiada por el consumismo desaforado y en la que caemos constantemente todos como pardillos. Se ve necesario un cambio de mentalidad en el que a cada uno se le coloque en su lugar. Cifras astronómicas por dar patadas a un balón mientras intelectuales y universitarios malviven con sus licenciaturas y doctorados colgados en la pared.

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