Opinión

San Benito

De buena gana dos veces en el año el madrugón me sienta bien. Aunque todos los días mi cuerpo no resiste en cama más allá de las seis y media, en esos dos días el placer de levantarme temprano lo doy por muy bien venido. La multitudinaria procesión de 'Os Caladitos', el Sábado Santo, a las siete desde la Santísima Trinidad a la Catedral es para vivirla. Como es para reflexionar la primera misa, a las 6 en Coba de Lobo en el día de hoy, festividad de S. Benito.Te encuentras por el camino, antes de esa hora, atravesando Piñor, a cientos de romeros guiados únicamente por su fe y la luz de la luna. Son, las primeras misas a San Benito, las más concurridas.


La influencia que han dejado los monjes en Ourense ha sido inmensa. Hasta el punto de que han configurado el mismo ser del pueblo. Innumerables lugares celebran hoy a Benito de Nursia (480-547). Además de Coba de Lobo, está Moldes, O Marañao, A Uceira, Cuñas, O Rabiño, Vilar de Astrés y cientos de lugares y parroquias. Es el mismo pueblo quien recuerda, año tras año, la festividad del patrón de Europa y Patriarca de los monjes de Occidente. Sería imposible hablar del ser europeo sin la referencia a la fe que, en definitiva, contó con el innegable protagonismo por parte de los monjes. Tanto en la cultura y etnografía, como en la gastronomía y las costumbres tuvieron su influencia. Como lo tuvo el santo en las convulsiones políticas y religiosas de su tiempo. Tanto él como su hermana Santa Escolástica han sido fundamentales en la construcción de todo el continente.


Después de su cuidada formación en Roma es ermitaño en Subiaco y, más tarde funda la gran abadía de Montecasino, germen de miles de cenobios monasterios y abadías. Un personaje que unía su austeridad y firmeza a la bondad y comprensión para con sus monjes y con el mundo, uniendo la oración y el trabajo, 'Ora et labora' , en la vida de la fe. La 'Regla' benedictina, además de ser un compendio de normas monacales refleja una serie de conceptos que se transmitieron incluso a la actividad política.


Cuando se pretende la verdadera unidad europea, se ha conseguido la económica e incluso poco a poco la política. Sería un craso error olvidar la unidad espiritual que este gran santo propagó. Olvidar, marginar e incluso intentar postergar las raíces europeas mucho nos tememos que nunca conduzca a puerto seguro. Acaso en la crisis actual algo tenga que ver todo esto. Era otro el camino que pretendían los creadores de la idea europea entre los que están Schuman y muchos otros a quienes por lo menos se debiera considerar.


El pueblo sencillo, porque lo ha asumido a lo largo de los siglos, venera a San Benito y con ello está en el camino de esa línea fundacional europea que comprendieron a la perfección los primeros impulsores de la Unión Europea y los millones de peregrinos que trazaron sendas de espiritualidad por toda Europa hacia Compostela y Roma.

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