Opinión

Tercera guerra mundial


Estamos en una época tan convulsa que son muchos los que apuntan que estamos comenzando la III Guerra Mundial. Precisamente cuando estamos cumpliendo el 83 aniversario de la II. Y es que lo que sigue pasando en Ucrania y cómo se están implicando diversos países en diversas partes del mundo, apunta a un conflicto universal. Y en atajar esta catástrofe se están implicando algunas autoridades mundiales con muy diverso resultado. Y a ello apunta el papa recientemente: “Estamos viviendo la III Guerra Mundial cuando se cumple el 83º aniversario del comienzo de la II Guerra Mundial con la situación que vive el planeta, agravada desde la invasión rusa de Ucrania el pasado 24 de febrero”.

El comienzo puede llegar en cualquier momento, cuando los gobiernos de distintos países están lejos de un diálogo por la paz. Vemos como están cambiando distintos países creando una incertidumbre general. 

Recordemos que la II Guerra Mundial comenzó con la invasión del Ejército de Hitler de Polonia. El papa señaló que en la actualidad “estamos viviendo una Tercera Guerra Mundial con los numerosos conflictos que asoman el planeta, entre ellos, el de la dolorosa guerra en Ucrania”. E hizo un llamamiento “para que los líderes mundiales reflexionen sobre el cambio climático y el daño ecológico y lo detengan”. 

Recordaba el papa que “Dios es Padre y no nos deja solos, siempre está dispuesto a aconsejarnos, a animarnos, a acogernos. Pero nunca impone su voluntad. ¿Por qué? Porque quiere ser amado y no temido. Y el amor sólo puede vivirse en libertad. Para aprender a vivir hay que aprender a amar, y para ello es necesario discernir”.

Personalmente creo que esa “guerra” tiene sus raíces y su caldo de cultivo a nivel personal, familiar o en los más pequeños núcleos de la sociedad como es la familia. Si observamos la historia de la humanidad, veremos que cuando el mundo vivió momentos de paz y sosiego siempre la familia y la sociedad doméstica atravesaba momentos de calma y tranquilidad. Siempre existen pequeñas causas o desavenencias que desencadenan estos conflictos. Por eso el cuidado de esa convivencia y el medio que la rodea. Y de ese entorno forma parte el medio ambiente e incluso el cambio climático que crea un desasosiego continuo que provoca rupturas y contrastes insalvables.

Y en todo ello el mundo del progreso, el materialismo y el capitalismo desaforado tienen mucho que ver. Después nunca debe extrañarnos que surjan estos conflictos mundiales. La raíz la tenemos bien cerca. Está dentro de nosotros y en nuestro más íntimo ambiente y, como una pandemia imparable, se encuentra la situación propicia para surgir esas guerras incomprensibles.

Falta hablar del ingrediente básico hoy en día que es el terrorismo. Pero de eso hablaremos otro día.

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