El Partido Popular ha dicho de mil formas diferentes que el Gobierno del PSOE se muestra tibio ante el órdago del lehendakari Juan José Ibarretxe sobre la convocatoria de un referendum que, según la Constitución, no sería legal.
Pero el lehendakari no ha consumado nada, por lo que estamos en una situación similar a la de cuando anunció su famoso Plan Ibarretxe, estando el PP aún en el Gobierno.
Veamos ciertos paralelismos.
José María Aznar, entonces en La Moncloa, interpretó la iniciativa de Ibarretxe como una reedición del Acuerdo de Estella en la que volvía a excluirse a una parte de la sociedad vasca. En su opinión, el Plan Ibarretxe significaba darle la razón a Batasuna y a ETA. El Ejecutivo del PP consideraba además que el discurso en el que lehendakari anunciaba el plan suponía una clara declaración de intenciones secesionistas, además de advertir de su dificultad para prosperar. Rodríguez Zapatero, entonces líder de la Oposición, aseguró que el planteamiento de Ibarretxe estaba fuera de la Constitución, del estatuto votado por todos los vascos, de Europa e incluso del sentido común. En síntesis, la tesis de Zapatero no fue muy distinta de la de Aznar. El socialista incluso llegó a decir que los postulados que defendía el lehendakari eran los mismos que los de Batasuna.
¿Por qué el PP ha cambiado tanto, sobre todo en sus formas, cuando Zapatero sigue en el mismo punto? ¿Todavía aspira realmente a convencer al electorado de que el presidente Zapatero pactó con ETA y vendió Navarra? ¿Por qué no asume el PP que lo que hace ahora ZP es lo mismo que hizo Aznar cuando estaba en el Gobierno y se encontró ante el órdago de Ibarretxe? A veces conviene reproducir ciertas cosas del pasado para que, se piense lo que se piense, al menos no se manipule. Si todos saben que no es posible un proyecto soberanista que incluya el respeto a la legalidad española, ¿de qué están discutiendo? ¿O se trata de engañar a alguien?