En tiempos pasados se repuntaron las Siete Maravillas del Mundo desde el Mausoleo de Halicarnaso hasta el Templo de Artemisa. Si fuera hoy y se estableciera una octava maravilla futbolística para este deporteo rey que arrastra multitudes para llenar estadios de grandísimos aforos, ese sería Alfredo Di Stéfano con permiso de otros también grandísimos jugadores como, por ejemplo, Pelé, Maradona, Platini, Eusebio, Cruyff o más recientemente Zinedine Zidane.
En España, el primer campeonato de Liga se celebró en la temporada 1902-1903, resultando campeón el Athletic Club de Bilbao. Inicialmente las alineaciones se componían de portero, dos defensas, tres medios y cinco delanteros. Las tácticas han evolucionado. Primero con la WM hasta llegar al sistema actual empleado por los entrenadores, que pueden optar por cuatro o cinco defensas, según las características del equipo rival.
Yo he visto jugar a Di Stéfano en San Sebastián, en el viejo campo de Atocha, ciudad en la que cumplí el servicio militar. Los "caquis", niños y militares sin graduación pagarán media entrada. Así se advertía en el cartelito de taquilla. Ganara el Real Madrid a la Real Sociedad. Todavía me acuerdo de la alineación del Real Madrid: Pazos, Navarro, Oliva Lesmes; muñoz, Zárraga, Atienza, Olsan, Di Stéfano, Joseíto y Molowny.
Uno de los goles marcados por Di Stéfano fue así: Cogió el balón a la altura de la defensa, dribló a un medio de la Real Sociedad, después a un defensa, sale el portero y con una finta lo desequilibra y ¡Gol! Tal como están las cosas, se me ocurre pensar: ¿Cuánto costaría hoy su fichaje? Todo se acaba en la vida. La muerte no perdona. Es un duro penalti que no pudo meter Alfredo.
