Por partes, que es lo mismo que decir que estoy perdido. Lo primero, que me costó mucho, y aún ahora, sentarme a escribir. Es más, con mis reales aposentados para decir lo que quiero decir, no sé bien si sabré hacerlo, y menos todavía si debo. Más aún, sabedor como soy que escribirlo me creará no pocas enemistades, torticeras miradas y más de un cuchicheo a mi paso, dudo todavía más. Dicho lo cual, y en segundo lugar, aún no sé cómo definir lo que quiero definir.
Veamos, si echamos mano del diccionario de la RAE, ese que todos presumimos tener entre los favoritos de nuestro ordenador y que maldita la gracia nos hace consultar; fiándose de tal demoníaco instrumento de análisis, feminista (ufff, lo dije, ahora es cuando usted que me lee pronuncia diferentes exabruptos según género, edad y estado civil aunque no necesariamente por este orden), se dice de aquel o aquella partidario/a del feminismo o de lo relativo al género femenino. Con lo que yo, más menos, sigo igual de perdido que al principio o incluso y según se mire un poco más.
Siguiendo en orden. Si le preguntamos a doña Josefa (según se llega a mi pueblo, de las abuelas de la plaza la primera a la izquierda), la feminista, es 'unha lurpia descarada' (lo dice ella, que conste), con lo que como comprenderá usted, estoy peor que antes. Todo cambia si habla su nieta, la progre, 'luchadoras por la igualdad', dice; mucho que ver con la opinión de Pepa, la madre de ésta e hija segunda de aquella, 'una mujer con principios' define. José, marido de Pepa, padre de la progre y yerno de la primera, no se pronuncia -'moitas mulleres na casa', dice- ; mientras Pili, su 'amiga íntima' -un 'zorrón desorejado', según Pepa- sonríe antes de decir que feminista es, 'una mujer de recios ideales, libre y capacitada'.
Y mientras, yo, además de encerrarme en casa una semana (más por miedo que otra cosa), sigo buscando en el diccionario. Y nada, que por feministo no aparece nada.
