Los abogados, esta misma semana, renovaban su compromiso ante la reclamación de un juzgado de violencia de género en Ourense, sala más que necesaria, imprescindible dada la situación de colapso difícilmente asumible en la de Instrucción que a sus asuntos habituales viene sumando los de maltrato desde junio de 2005. Las voces reiteradas de los abogados y al tiempo de magistrados, fiscales o personal de la administración judicial se suman a las de colectivos políticos y sociales de todo tipo empeñados en que la Justicia en Ourense, al menos en lo que se refiere a su estructura, crezca en paralelo a la demanda social a la que sirve y auxilia -471 diligencias previas y 36 urgentes se tramitaron el último curso en violencia de género-. Recordar las promesas -palabras vacías a lo que parece- del ministro Fernández Bermejo en su visita en febrero de este mismo año, más que reiteración ha pasado en las últimas semanas a ser coincidencia unánime.
