Opinión

As Burgas

Con un despliegue propio de las grandes operaciones, la Policía Local ha impedido la instalación de vendedores ambulantes morosos con el Concello en el entorno de la Plaza de Abastos. Puede discutirse si era imprescindible tal despliegue de medios, aunque el fondo de la cuestión convierte eso en asunto menor.


Era hora de que alguien cogiese el asunto de frente. Parabéns, por tanto, para la concejala. Es difícilmente admisible que alguien haga más negocio que el de al lado por el mero hecho de incumplir sus obligaciones tributarias -como si fuese más listo-, que el vecino asume religiosamente como profesional y probo ciudadano. Tampoco lo es el paisaje de pocilga alrededor de algunos de estos puestos callejeros después de la jornada laboral. Si, como ha dicho, Ana Garza se propone acabar con una cosa y la otra, chapeau. Permitirá recuperar la estampa de dignidad en el entorno del lugar más vendible de la ciudad.



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