El concello de Ourense ha decidido iniciar una guerra contra las vallas publicitarias ilegales, que según los datos municipales son alrededor del 90 por ciento de las existentes. Loable iniciativa teniendo en cuenta que muchas de ellas constituyen verdaderos adefesios en el paisaje urbano y, además, según los propios técnicos, las hay que son potencialmente peligrosas.
Es de suponer que la cruzada incluye también a las instaladas a modo de propaganda por las administraciones. Las correspondientes a obras del Plan E, por ejemplo, que deberían ser acordes con la envergadura de la inversión realizada, pero no. Hay paneles que superan al trabajo abordado, aunque lo peor ni siquiera es eso, sino que pasados meses o años, todavía siguen en pie. (En las carreteras se ven anunciadas obras de cambio de firme en zonas donde es necesario, aunque en realidad corresponden al realizado años ha, los suficientes como para empezar de nuevo).
