Opinión

Líderes y jefes

Uno no siempre es jefe y líder a la par. Y qué peor que una adversidad a modo de elecciones para que así sea. Ambos (los líderes más que los jefes) son maestros de lo ambiguo en medio de la contienda (sí, tal vez, a lo mejor...) aunque esa estrategia haya que manejarla con cautela bajo riesgo de crispar al prójimo afín. Los resultados del 9-M han tambaleado a Mariano Rajoy al frente de la familia ’popular’ y han proporcionado ínfulas a Esperanza Aguirre, la incuestionable ’jefa’ de la comunidad de Madrid pero con maneras de líder; no hubo que esperar mucho para que cayese en la cuenta de que los avales escaseaban más allá del Guadarrama. El Congreso de Valencia no sólo servirá a Rajoy para posicionar su liderazgo sino que en esa batalla (camuflada en debate) de personas (camufladas en ideas) hasta podría acuñarse un nuevo vocablo en argot político que sea capaz de definir al candidato-a en ciernes colocado en buen lugar de cara a tropiezos futuros. Bon courage!

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