Opinión

Maniobras orquestales en lo oscuro

Famosa e histórica es la maniobra maquinada y ejecutada por Luis Napoleón Bonaparte cuando organizó desde su cargo de presidente electo de la II República de Francia en 1852 un golpe de estado contra sí mismo y la propia república como paso previo a convertirla en un imperio para el que, aprovechando la legislación impuesta por él mismo y ejerciendo los poderes de los que él mismo también se había previsto, convertirse en emperador, aclamado bajo el nombre de Napoleón III. Casado con la española Eugenia de Montijo y liado con todas las mujeres bellas de sus dominios, el desastre de Sedán en la guerra franco prusiana que destrozó las filas de los famosos y temibles zuavos de pantalones rojos lo mandó al exilio inglés y a una muerte dolorosa y prematura.

Por tanto, estas maniobras encubiertas que esconden fines inconfesables no son nuevas pero casi dos siglos después de aquella particular asonada que convirtió a Napoleón en emperador de Francia, los golpes de mano desarrollados desde las propias sentinas del poder en Europa tienen otro aspecto, se desarrollan en otros ámbitos y se expresan en otras facetas. En general se producen en el ámbito económico y llevamos unos cuantos días asistiendo a una de estas campañas en lo oscuro que muy bien podrían corresponder a los históricos Orchestral Manoeuvres in the Dark, aquellos tipos de tupé planchado al vapor que se hicieron famosos cantando “Enola Gay” pero que podrían haberle puesto banda sonora a la intervención del Gobierno en la super consultora Indra que tienen de los nervios al universo informativo y financiero tras el cese fulminante de cinco consejeros independientes tras la llegada gubernamental a la cúpula de la empresa por medio del Sepi  y que se ha cobrado otra nueva muesca en la culata. La irrevocable dimisión de Silvia Iranzo, antigua secretaria de Estado con Rodríguez Zapatero, que se ha despedido a toda velocidad y por carta, en cuando ha sido consciente del golpe de mano organizado por el Gobierno para asumir el control. El grupo Prisa tampoco es ajeno al cambalache. Indra y Prisa han firmado un protocolo de colaboración que convierte a Indra en socio tecnológico único y preferente del grupo de comunicación. Más vale no saber más porque estas pinceladas a vuela pluma no parecen otra cosa que la punta del iceberg que hundió en Titanic. Y todo esto da miedito.

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