La vida de los ex presidentes es, dónde va a parar, mucho más alegre y productiva que la de presidente, una situación que abarca no solamente a los del Gobierno sino a cualquier otro sujeto que haya ostentado una presidencia y sea en estos momentos, para su propio regocijo y beneficio, nada más que un ex de cualquier cosa. La infamante foto de Laporta, ex presidente del Barcelona, con su orondo barrigón al aire, recién bañado en la cubierta de un espléndido buque de recreo, con una botella de Don Perignon en la mano y un habano del calibre 45 en la comisura del labio es una foto tan explícita e irrefutable que pocas he visto capaces de explicar con tanta propiedad lo provechoso que puede ser dejar de ser presidente para pasarse a la cesantía.
Estos días, la comidilla del todo el Madrid mentidero está depositada en los manejos que ha puesto en práctica un trío tan impactante como el que forman Zapatero, Bono y Moratinos, de viaje por Guinea Ecuatorial y estrechando calurosamente la mano de sujetos como Teodoro Obiang del renegaron años ha. Las fotos de las andanzas de esta peligrosa troika por la antigua colonia en julio han comenzado a llegar a las redacciones de los periódicos y confirman lo que ya era una sospecha. Al parecer, los tres tenores del antiguo Gobierno habían llegado a Guinea invitados por el presidente Obiang para hablar sobre las penas de muerte pero es seguro que nada se habló de ellas sino que el encuentro fue, para entendernos, de negocios. Hace tiempo que Moratinos y Bono viajan a Guinea como asesores de determinadas firmas inversoras y en esta ocasión se llevaron a Zapatero para incorporarlo al clan. Hay fotos de los tres cenando a cuerpo de rey en Malabo, las hay saludando al dictador… Y se sabe que hubo coche oficial y lujoso chalé por cuenta de la casa.
Zapatero es ya ex presidente y ya puede dedicarse a conseguidor como Felipe y Aznar. Y hay quien me cuenta que los tres socios en esta agencia de lobbistas tienen establecidas sus tarifas a tanto la mediación, nada nuevo bajo el sol por otra parte ni nada delictivo tampoco, aunque tenga una faceta ética que no costaría mucho poner en entredicho. Ventajas de ser ex presidente del Gobierno, del Congreso y ministro del Exterior.
