Se dice a veces con referencia a una tercera persona: habla como un loro. ¡Qué más querría esa y otras más que hablar como un loro, si el animalito se llamara Nigel! Y no solamente hablar, sino aprender los idiomas correcta y rápidamente, cosa que hoy es tan importante en el mundo. Se dice que el contribuyente español tiene infinitas dificultades para asimilar lenguas extranjeras, contrariamente a los individuos de otros lugares que enseguida empiezan a chapurrear la primera que se tercia y rápidamente la dominan. Tenemos el ejemplo del idioma inglés. Sin ir más lejos, escuche usted a los presentadores de los telediarios y observara como cada uno de ellos pronuncia la misma palabra como le viene en gana. Lo cual evidencia que sí, que hay conflictos en el aprendizaje.
Sin embargo, Nigel, un loro gris africano, un día desapareció de su casa de California sin que sus dueños ni nadie supieran de su paradero durante cuatro años. Pero, ah, sorpresa, al cabo de ese tiempo Nigel volvió a sus lares, tal vez algo más envejecido, pero mucho más sabio. Sabio, porque a su bagaje de conocimientos de otras tierras, añadía la novedad de hablar perfectamente el español, lengua que antes de marcharse desconocía. Según su dueño, Nigel se niega ahora a hablar inglés, idioma con el que fue criado, al tiempo que presenta problemas de actitud.
Nigel nombra muy a menudo a alguien llamado Larry. Se sabe, por el sitio de internet Dayle Breeze, que el pequeño estudiante de idiomas con plumas, pudo volver a casa gracias a un veterinario que lo encontró en su jardín y se puso en contacto con la familia californiana. Lo que no se sabe es si para ello, el loro habló al profesional en sus dos lenguas conocidas, o se sacó del pico otra de la que todavía no se tiene noticia. Lo que sí está claro es que el veterinario tuvo que rastrear las pistas hasta dar con el propietario original.
Según el Instituto Cervantes, hoy hablan español aproximadamente 559 millones de personas en el mundo. Ahora hay un ser más que se siente feliz practicándolo: Nigel. Y es que la vida es un arcano. ¿Por qué se fue el loro, y quién es Larry? ¿Cómo se conocieron, y en dónde? Estudiemos al orador y desvelemos el misterio del pájaro parlante. Interesante título para una novela detectivesca. Bien podría ganar el Nobel si se le añade política pajaril. Sería fácil.
