Opinión

La publicidad televisiva

Bien está la publicidad, profesión en la que hoy, posiblemente, se concentre lo mejor del genio creativo de los audiovisuales. Bien está, decimos, la publicidad, mientras enriquezca por igual al anunciante y al anunciado. La publicidad es un medio que da a conocer, no siempre con la verdad, la novedad y calidad de los productos que se ponen a la venta en el mercado internacional. Sin embargo, en infinidad de ocasiones, la publicidad es engañosa y la mentira es contraproducente. Pongamos por ejemplo la que se dirige a las mujeres. El mensaje se repite día a día con nuevos productos que impiden envejecer. Cada uno de ellos al parecer está compuesto con las frutas que da la madre naturaleza. Pera, manzana, granada, fresa, fresón… Las marcas de cosméticos semejan una frutería con ventas al por mayor. Si tal como reza el enunciado esto fuese cierto, las abuelas tendrían el rostro de quinceañeras.

Sin embargo, no es verdad. El tiempo ejerce todo su poder y de momento nada hay que pueda con la ley de la gravedad. La piel cae con todo su peso y se pliega en los puntos en que los gestos se repiten, como son los que marcan la risa, el llanto o la preocupación. Luego está la publicidad tramposa que se aprovecha del momento y se arrima al sol que más calienta, o aquella que utiliza a los niños para conmover el corazón, o la que acude a la familia feliz para vender coches último modelo. Y no digamos ya la que vende perfumes. En esta se llega al límite de la ridiculez más espantosa cuando quiere mostrar el culmen de la atracción sexual. Y, ¿qué me dicen de las chucherías, que al meterlas en la boca el mundo estalla en chillona y colorista exaltación de la alegría?

La publicidad a veces, por absurda, es la mejor de las comedias, y aún con menos metraje, da para mucho más jolgorio. Después están, entre otros muchos, los anuncios río que nunca se acaban, para decir lo buenos que son los productores del mismo, para lo cual te cuentan vida y milagros de sus orígenes, de modo que hasta tú te implicas al máximo y pasas a formar parte de la familia. La publicidad es un mundo maravilloso del que puedes aprender la esencia de la vida. La publicidad es lo que te hace vulnerable a lo bello. Lo quieres alcanzar pero no puedes, está cerca y lejos. A lo más que puedes llegar es a probar los ricos chorizos y quesos que se anuncian.

Te puede interesar