El genial Preston Sturges presentó en 1940 su deliciosa comedia romántica “Navidades en julio”, amable sátira sobre el sueño americano, donde Jimmy, oficinista que desea salir de sus apuros económicos para poder casarse con su novia, participa con tal fin en toda clase de concursos. Un día cree haber ganado 25.000 dólares, sin saber que se trata de una broma de sus amigos, pero él se dedica a hacer regalos a todo el mundo, feliz y contento.
Los últimos días de julio y primeros de agosto son aquí tradicionalmente tranquilos, pues el calor estival arrecia y los residentes suelen aprovechar el paréntesis vacacional, en su mayoría, para dirigirse a lugares más frescos, por lo que Ourense se vacía en gran medida. Da buena muestra la facilidad para aparcar en el centro urbano en días y horas donde resultaría impensable poder hacerlo en cualquier otro mes del año.
Aunque la vida se ralentiza en nuestra ciudad durante esta época, no por ello desaparece completamente, como tampoco lo hace la actualidad política. De hecho, siguiendo a rajatabla el imperativo legal, fue convocado el correspondiente pleno del Ayuntamiento que, tal y como se desarrolló, traía a la memoria por momentos el título de esa célebre película americana, cuando no incluso su propia trama, bromas aparte.
Los puntos del orden del día avanzaron sin mayor incidencia hasta llegar al que se adivinaba más conflictivo: la necesidad de levantar los reparos del informe del interventor para poder iniciar un expediente de contratación. Un trámite frecuente, en el marco de la actividad de gestión municipal, aunque adornado en este caso por la peculiaridad del objeto en el servicio a contratar: las luces para las fiestas de Navidad.
Para quienes no estén familiarizados con la contratación pública y su régimen fiscalizador, ante un informe del interventor con objeciones, en general, corresponde levantarlas a quien presida el órgano proponente; de no hacerlo, no suele proceder que los trámites se suspendan. Pero este caso era una excepción, pues uno de los reparos se refería a la existencia de crédito -con informes contradictorios-, lo que obligaba al pleno a conocer y, en su caso, a suspender.
Salvados los reparos, simplemente, el nuevo expediente iniciará su curso. Será más adelante cuando proceda analizar las soluciones presupuestarias destinadas a la ejecución del eventual contrato. Ahora mismo, más bien, lo primordial era proponer ciertas mejoras iniciales, como reducir la temporalidad inicialmente prevista y que su desarrollo se vinculase al compromiso de un incremento en la partida presupuestaria de servicios sociales.
Por todo lo expuesto, en suma, una abstención razonada y razonable se alzaba como la opción más constructiva ante el dilema generado; aun siendo conscientes de que la endiablada aritmética surgida de las elecciones municipales -reflejo de la voluntad ciudadana, libremente manifestada- le va a conferir un efecto distinto del que le sería propio, por lo que conviene explicarlo de la mejor manera posible.
En contacto con el suelo tórrido, se crea una densidad desigual en el aire que le otorga varios índices de refracción; por ello, en los desiertos tropicales, se origina un fenómeno óptico de alteración de la realidad, llamado espejismo. Cualquiera diría que ya se puede añadir este espectáculo a las actividades que cabe disfrutar en nuestra ciudad, dada la canícula propia de estos calurosos meses estivales. Navidades en julio, un suponer.
