Opinión

Queridos Reyes Magos

En Ourense nos hemos portado muy bien durante 2022, por lo que confiamos en que esta noche, como merecemos, SS.MM. cubrirán la ciudad de regalos. Aunque, en verdad, nuestra conducta también fue impecable el año pasado, y el anterior, y siguiendo, remontándonos hasta casi perder la noción del tiempo -que en este lugar parece haberse detenido-, sin que ese buen comportamiento haya tenido traducción tangible en dádivas hasta la fecha. 

Tal vez por venir de Oriente no estáis muy al tanto de lo que necesitamos o quizás no hubo forma de haceros llegar nuestras peticiones adecuadamente. Como fuere, para facilitaros el trabajo, aquí van una serie de demandas, por si tenéis a bien atenderlas, siempre que no os encontréis demasiado ocupados con otros sitios que -incroyable, mais vrais- puedan precisar más que aquí de vuestra ayuda, pues de todo hay por el mundo adelante.

Para mejorar nuestros recursos, queremos una clara apuesta por la recuperación económica, que repercuta en la transformación y la resiliencia del tejido empresarial. Que se fomente el emprendimiento y el comercio local, favoreciendo la creación de empleo de calidad. Y, ya de paso, a ser posible, que el turismo reciba el impulso preciso. Para alcanzar estas metas, sería además muy conveniente aumentar y fortalecer la cooperación interinstitucional.

Tampoco estaría de más incrementar la calidad de los servicios que recibe la ciudadanía, en el camino hacia su gestión integral, garantizando adecuadamente la seguridad y la protección civil, llevando a cabo una gestión eficiente de la limpieza y donde la vecindad aprecie que los poderes públicos se preocupan de su salud y bienestar, integrando asimismo la discapacidad; culminando el conjunto con la creación de una ciudad inteligente.

Además, no cabe descuidar la dinamización de las actividades urbanas, comenzando por la propia organización del tiempo en la ciudad, contribuyendo a la revitalización de la cultura, normalizando el bilingüismo en la administración y la vida cotidiana, sin olvidar, por supuesto, la celebración de las fiestas o la consolidación de la práctica del deporte; todo ello reivindicando nuestras propias raíces e idiosincrasia local, poniéndola en valor.

Convendría también diseñar planes que contribuyan a mejorar nuestro entorno, de ser posible, ayudando a fijar población. Para ello, necesitamos remodelar nuestro urbanismo, comenzando por aprobar el PXOM, y desarrollar una política eficiente en materia de vivienda; sin olvidar, al mismo tiempo, el imprescindible apoyo a los barrios del rural o más alejados del centro, protegiendo la biodiversidad, apostando por un espacio ecosostenible.

Y, ya concluyendo, cabe esperar que todas las anteriores peticiones sirvan de inspiración para nuestra propia sociedad, de forma que se potencie el voluntariado y la filantropía, para poder habitar un lugar volcado en la lucha contra la discriminación, la especial protección que requieren la infancia y la juventud, junto con la asistencia a las personas mayores, asegurando así la imprescindible cohesión social.

Confiemos en que Sus Graciosas Majestades, al menos, lean la lista y valoren si tan cansada ciudadanía no merece que de esas cargadas alforjas algún presente caiga por aquí, aunque sea por descuido. Las peticiones son muchas, cierto; pero no cabe esperar menos de quienes, además de reyes, son magos. No sea que la ciudad se levante mañana y, harta de desplantes, decida optar por… la República.

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