Opinión

Percepciones

Valente


Parafraseándolo: ‘En el Tao, la gestación es ya el nacimiento del ser humano. También el poema nace al comenzar una larga gestación previa a lo que cabría llamar la escritura exterior. En realidad, el poema no se escribe, se vislumbra’.


Pues bien, tampoco está escrito pero se vislumbra un embalaje de valioso paquete cuyo destino es Ourense. Contiene material delicado. Es homenaje a José Ángel Valente, poeta, a sus palabras y silencios, inspiradores de piezas musicales compuestas por Mauricio Sotelo, que trabajó estrechamente con él en los últimos años. Homenaje que resaltará también dicha faceta.


¿Que cómo nació esto; es decir, la idea? Pues, sencillamente, en casa de Julio Rivera, compañero de estudios universitarios de Derecho, del poeta, al pensar en que este año cumpliría los 80 abriles de su nacimiento. Cifra redonda. Y porque su hija Raquel, inquieta anguila cultural, y música, bien conocedora de la obra de D. Mauricio, valoró las felices coincidencias para que Ourense aprovechara la ocasión de reivindicar para sí esta figura universal. Su reacción natural de admiración, junto a su capacidad de transmisión a otros, fue gestando la proporción lógica que la magnitud del personaje demanda. Así que, a día de hoy, ya podemos decir que contamos con comité organizador del evento, que previsiblemente se llevará a cabo el 23, 24 y 25 de septiembre próximo, con tres mujeres al frente: la propia Raquel Rivera, Olga Mojón (gerente del teatro Principal) y Lola Ferreira (directora de Círculo de los Lectores). Y podemos ir vislumbrando el posible comité de honor, conformado por los pertinentes representantes de Diputación, Ayuntamiento y Universidad (la asistencia a dichas jornadas ofrecerá sus correspondientes créditos a sus estudiantes).


ue será un acto cultural de envergadura no cabe duda. En primer lugar por el propio recuerdo de José Ángel Valente y su obra, pero, en segundo, porque se espera una muy buena respuesta en el ámbito poético y musical. En concreto, podemos hablar de la presumible presencia del compositor Mauricio Sotelo, el filósofo José Luis Pardo, la poetisa y filósofo Marifé Santiago, el poeta leonés Antonio Gamoneda, y hasta D. Julio López Cid (amigo y convecino tantos años de Valente en Ginebra), que el año pasado no vino a presentar su propio libro, ‘El río’, pero que pretende no faltar en esta ocasión para honrar al amigo, que además fue quien arrastró a D. Julio al país alpino donde vive. Y me consta que hay algún particular interés gubernamental, de letras y..., y me callo ¡poder! Me callo, aunque quisiera contar más de lo que digo, pero la prudencia me ata corto, y no debo importunar el trabajo en el que están volcadas algunas personas en este momento. Sí espero que no se olviden de invitar a participar a Manuel Fernández Rodriguez, que ha escrito el ‘Tejedor de Redes’, un análisis integral de la narrativa de José Ángel Valente, que yo guardo en libro publicado por la Diputación.


Y ya para terminar, qué mejor que hacerlo como comenzamos, con palabras del poeta; por ejemplo estas: ‘A veces, me siento muy próximo a la muerte. Pasar al otro lado no es bastante sin el testimonio cierto del testigo que no he acertado aún a transcribir’. Que seamos nosotros testigos de lo no trascrito y seamos bastante para Valente. Ánimo.


Conjura en el bar


Existe desde hace un mes una especie de conjura en bar céntrico de la ciudad. Allí, un tal señor Breif, junto a Chimpín, Alejandrox y otros amigos, le dan de beber cerveza con alcohol a Nacho Martín. Hasta aquí ningún problema. La conjura consiste en que mientras Nacho se despacha ufano por estar cumpliendo a rajatabla el régimen que hace (habiéndose pasado, por ello, a la cerveza sin alcohol), los amigos encontraron un cómplice para dar el cambiazo al líquido elemento sin que lo aprecie. La sin se vuelve con; pero, a pesar de que alguna vez las mejillas acusan el grado, Nacho sigue feliz con su régimen.



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