Opinión

Empecinamiento

Mas ha dicho que está dispuesto a negociar con Rajoy la fecha y la pregunta del referéndum. Va a tener razón Rajoy: Artur Mas no se entera. Y no se entera no porque no se le haya explicado claramente de qué va el asunto, sino porque no quiere enterarse. Rajoy, y el que hasta ahora era líder de la oposición, Rubalcaba, le han dicho por activa y por pasiva que el referéndum no se puede celebrar porque no es legal, así que lo mismo da la pregunta que la fecha. Sencillamente, no se va a permitir que se celebre.

Para preocupación de Mas, cada vez son más los que mantienen esa posición dentro de Cataluña aunque el presidente de la Generalitat y los independentistas siempre encuentran voluntarios para sumarse a sus manifestaciones, cadenas humanas y algaradas. Pero los que no se apuntan a la algarabía sino que tienen los pies en la tierra, ni están por la independencia ni están por la consulta y así se lo han hecho llegar a Mas.

Y ya no es solo por una cuestión ideológica, sino porque una Cataluña independiente no tiene futuro. Lo dice el propio comité de expertos que se ha buscado Mas para intentar que sus informes sean suficientemente convincentes como para seguir adelante con su proyecto suicida: una Cataluña independiente solo es viable si continúa dentro del euro, e incluso ofrecen una fòrmula que permita esa situación. No saben esos seudoexpertos, o no quieren saber, que es el Banco Central Europeo el que decide si un país puede formar parte de la eurozona, y difícilmente abrirá las puertas a quien no pertenece a la Unión Europea, que es lo que ocurriría si Cataluña apuesta por la escisión. Rajoy no es de los que se pasa de decibelios para hacerse escuchar, pero no se ha movido ni un ápice de su posición inicial: no se celebrará el referéndum. Lo que hay que averiguar es qué está dispuesto a negociar el presidente de gobierno con el presidente de la Generalitat en el encuentro que se celebrará de forma inminente. Se puede y debe hablar de dinero, que es lo que importa a Mas porque intenta que por ese camino se le abra la posibilidad de aplazar la consulta con el argumento de que ha conseguido beneficios para Cataluña. Pero incluso en ese terreno debe Rajoy andarse con cautela, porque las autonomías están caninas financieramente hablando y no van a consentir que el chantaje permanente de Artur Mas tenga premio.

En la cuestión de la consulta no se puede ceder ni un milímetro y, en la financiera, solo hasta un límite. La clave es encontrar el punto medio en el que coincidan Rajoy y Mas, de manera que el primero se apunte que Mas abandona su posición independentista y Mas logre algún beneficio para una Cataluña que, con sus veleidades independentistas, los dos últimos años ha perdido inversión a chorros.

Te puede interesar