Verán, como casi no teníamos, nos van a hacer otro. Ya nos analizaron y diagnosticaron hasta sacarnos las vergüenzas, decidieron lo que nos convenía para salir a flote pero nos dieron con la puerta en las narices, nos pusieron miel en los labios con grandes proyectos que nos iban a sacar de la ruina y nos dejaron con las ganas, se gastaron los señores políticos millones de euros en sesudos informes que crían polvo en el trastero y se beneficiaron convenientemente técnicos y consultoras con apabullantes obviedades sobre nuestro envejecimiento, la pérdida de población, la desertización del rural o la falta de cultura emprendedora.
Digo que todo eso lo han hecho con nosotros no una vez, sino muchas, ahora mismo recuerdo hasta cuatro sin rebuscar en la hemeroteca; piensen en el Plan director de Termalismo del Concello de Ourense, el Plan Factor de Turismo de la Cámara, el Plan Estratéxico Ourense 2010 de la Diputación o el Plan de reequilibrio territorial del pasado bipartito gallego; e insisto, sin pensar mucho. Ahora, la Xunta del PP encarga otro; ideal para la consultora, que con recuperar aquellos deprimentes diagnósticos y el simple añadido de más viejos, más despoblación, más pensionistas, igual de paro, menos industria e infraestructuras fifty-fifty (porque la autovía A-52 se construyó pero el AVE aguarda, y lo que te rondaré), lo tiene tirado, igual que las fórmulas mágicas que nos salvarán porque ideas las había, y está todo por hacer. ¿O no se acuerdan ya de la ciudad del motor de Verín, la Agencia provincial de la energía o aquellos balnearios que convertirían a Ourense en el Baden-Baden español? ¿No ven que, en realidad, todo está dicho ya y que lo que queremos es pasta y empresas que arriesguen, porque, si no, el impresionsante nuevo informe sólo será un derroche de 200 mil euros en las cuentas autonómicas? ¿Y nos habrán tomado el pelo, otra vez?