Más vale que sea un globo sonda, una idea lanzada para ver la reacción social que produce, o más bien el grado de indignación y protesta que genera. La pretensión de hacer pagar por circular por las autovías que son gratuitas es imponer un nuevo impuesto que ni tan siquiera se llevó a cabo durante los años más duros de la crisis, aunque también los responsables de la cosa del Gobierno popular pensaron en ello. Se trata, sin embargo de infraestructuras que ya están pagadas, y en sentido contrario lo que habría que hacer es liberar el peaje de aquellas autopistas a las que les haya caducado la concesión después de que las empresas que las explotan hayan sacado el beneficio correspondiente. La equiparación con otras infraestructuras del transporte por cuyo uso se paga no tiene mucho sentido. ¿Y por qué no cobrar por el uso de todas las carreteras, que al fin y al cabo también hay que mantener? El peaje en las autovías sería el típico ejemplo de pagar dos veces por la misma cosa, primero por su construcción vía impuestos y que ya están en su mayor parte amortizadas, y luego por su uso.
