Escribí en esta sección de La Región, hace poco más de un año, un artículo sobre “El edadismo como iniciativa”. El martes, 3 de octubre, en ese templo cultural ourensano que es el Liceo, se presentó una nueva asociación para dar voz y visibilidad a las más de 80 mil ourensanas mayores de 60 años: Mirada Mulleres+60. Para la conferencia inaugural, una conferenciante de las llamadas de lujo en la figura de la neurocirujana Ana Pastor Zapata, jefa de Servicio del CHUO. El gran objetivo de este colectivo, además de tener voz propia y visibilidad, es participar en órganos consultivos.
A decir verdad, es una magnífica iniciativa, comenzada con una no menos buena conferencia en consonancia con la temática, e incido en lo que ya expuse hace más de un año, por parecerme primordial: “Nace la Cátedra de Edadismo, iniciativa pionera en España”. ¡Como debe ser!, la casa del saber y de transmitir se implica. Y lo hace en la Universidad de Vigo y bajo el lema “Nacido para desaparecer”. Se presentó en sociedad bajo el titular: “La Universidad de Vigo será la primera institución académica en España que contará con una Cátedra de Edadismo, para combatir la discriminación por edad a través de esta institución y la implicación social”.
Pues sí, escuchamos hablar sobre edadismo en el Liceo, cuando hasta ahora sólo habíamos –y no es poco- leído, que es un problema mundial, y según un informe de la ONU, conduce a una salud más pobre, al aislamiento social, a muertes tempranas y un gran coste económico, por lo que debemos actuar con rapidez para aplicar estrategias eficaces. Sabiendo, además, que se calcula que una de cada dos personas en el mundo tiene actitudes edadistas, lo que empobrece la salud física y mental de las personas mayores, y reduce la calidad de vida. Ourense tiene un gran peso en esta problemática: se dio a conocer en el Liceo que la asociación representa al 32% de la población.
El término edadismo fue acuñado en la década de los años 60 para referirse a los estereotipos y prejuicios existentes relacionados con la edad. Me cercioro que la Cátedra de Edadismo pretende consolidar la lucha contra la discriminación por edad para hacernos conscientes de su existencia y hacerla desaparecer como tal. Repito, con el lema “Nacido para desaparecer”, ya que se piensa y cree que la implicación de gestores y políticos conciencie e implementen medidas que permitan desterrar el edadismo y, así, la Cátedra pronto carezca de sentido.
Aunque soy un poco escéptico con lo que acabo de decir, pues las estadísticas nos indican datos objetivamente preocupantes. Debido a que estamos ante un problema de salud pública por la discriminación por edad que ocasiona. Y, además, los datos son elocuentes, ya que el informe al respecto de la Fundación Adecco, dice que casi la mitad de las personas que están trabajando o lo buscan en España (un 48%) tiene 45 años o más. Hace una década, los seniors por encima de esta edad eran un 36% del total. Con esta tendencia, en 2030 supondrán el 60% de la población activa. Con lo expuesto es suficiente para justificar la Cátedra, ya que las personas seniors tienen un peso creciente en el mercado laboral, pero también son víctimas de estereotipos, siendo personas con valiosa experiencia, se piensa que tienen competencias obsoletas. ¿Carecerá alguna vez de sentido la Cátedra?
Aun siendo cautos se vislumbra una tendencia creciente a abordar este problema, primero sensibilizándonos, creando la Cátedra y ahora una asociación con una buena líder en María Antonia Rilo, que predica con el ejemplo en la materia, y una gran profesional de la medicina departiendo e interesándose en el tema. Dio gusto oír a la doctora Pastor, quedándome con eso de: “No podemos extremar los cuidados de una persona joven y abandonarla cuando es mayor, y la edad no debe ser factor determinante en las decisiones”. Y me alegra enormemente: soy conocedor y testigo de compañeros jubilados de su profesión habitual, por razones de edad dando clases en la Universidad, aportando su experiencia. ¡Como debe ser!
