Opinión

La voladura programada

Afirmaba Talleyrand que “todo lo exagerado es insignificante”. Yo, sin llegar a la suela de los zapatos del obispo, diplomático y estadista francés, de gran influencia en acontecimientos finales del siglo XVIII, confirmo la insignificancia de la exageración cuando hablamos de sanidad. El secretario xeral de los socialistas gallegos hace un llamamiento a la ciudadanía gallega a manifestarse para defender la sanidad pública ante la “vampirización…” El socialista Vergeles, vicepresidente y consejero de Sanidad del Gobierno de Extremadura, ante las manifestaciones por la falta de médicos y problemas similares de la sanidad extremeña a la gallega, sin embargo, traslada a la oposición el mensaje de que “la recogida de firmas no llena las bolsas de empleo”. En Galicia, el BNG habla de “voladura programada de la sanidad”, precedida de otra declaración, no menos insultante de su portavoz, al calificar de “banda de psicópatas” –y lo mantiene- a los responsables sanitarios gallegos. Tras despreciativas palabras, el BNG presenta un decálogo de medidas, que comienza con un plan de choque de 200 millones, no sin antes el portavoz popular Pedro Puy incidiera del uso de la sanidad como baza electoral. Todos, como potenciales enfermos en cualquier momento de nuestra vida, queremos una sanidad pública y universal, que se preste bajo los criteriosde calidad y eficiencia. Desprecio a los exabruptos, como forma de airear una situación, que no llenan las bolsas de empleo.

Recordarle al BNG que volver a incidir una vez más en los 200 millones más parece una redundancia, que una solución presupuestaria.¡Pues sí, redundancia!, ya que el BNG solicita un incremento de 200 millones, cuando lo lleva haciendo desde hace cinco años; la primera vez en el año 2018. Y los fondos para la Atención Primaria desde los presupuestos de 2018 hasta hoy se incrementaron en 313 millones de euros. Por lo tanto el BNG tiene más que cubierta esa demanda, que ya hizo en 2018. El Bloque siempre quiere ¡200 millones más!

¿Más presupuestos?, ya sean los 200 millones o los que se tercien a mayores…, que nunca vendrían mal. ¡Eso, sí!, siempre y cuando los recursos a adquirir para paliar el déficit de personal sanitario y, consecuentemente, la mejora de la atención sanitaria, los tengamos. El mismo socialista Vergeles había reconocido en el último verano que “ni con todo el oro se soluciona la falta de médicos, pues no tenemos profesionales…, no es un problema presupuestario”. ¿Cómo vamos mejorar la Atención Primaria si no disponemos de médicos de familia ni de pediatras? Sin que sirva, no puede servir de consuelo, el mismo déficit de este personal sanitario se da en todas las CCAA y, consecuentemente, todas están en la misma situación de malestar.

Está bien denunciar el déficit sanitario con el consiguiente deterioro asistencial actual que, si hasta aquí llegamos con esta disfunción entre la oferta y la demanda, tienen responsabilidad Administraciones de todo color político. Pero primero tener claro donde radica la causa y aportar las soluciones. El principal problema de la sanidad en España, en todas las CCAA –en unas se visualiza más que en otras- es la falta de médicos, que está en manos del Gobierno, como el de facilitar la acreditación de más centros e incentivar los tutores… Hoy por hoy, no es el déficit presupuestario el único ni principal problema. Se necesitan las reformas que permitan formar a mil médicos de familia más en España cada año durante los próximos cuatro años, según expertos. En Galicia ya más del 80% de los médicos prorrogan su jubilación. ¡Ah!, los MIR no se van de Galicia, más bien se quedan y otros vienen. De los 85 residentes de Medicina de Familia en Galicia, que terminaron la formación el pasado año, el 89% se vincularon a la sanidad pública gallega. Dos se fueron a la privada y siete a otras CCAA. Y vinieron diez a Galicia, con lo que el saldo es positivo.

Insultos y exabruptos a quienes rigen la sanidad aquí, resultan insignificantes por exagerados. Y en las CCAA que gobiernan, ante similares circunstancias, digan que las manifestaciones contra el problema sanitario actual no lo solucionan las movilizaciones ni recogidas de firmas, al contrario. Entonces, de voladura programada, nada. ¿No será el momento del Ministerio de Sanidad a través del Consejo Interterritorial? Si no es así tendremos problema para rato.

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