No tiene unos zapatos bonitos; tampoco, un vestido caro. Nunca comió en la penumbra de un buen restaurante; y en el colegio, apenas es nadie...
Pero ella va muy contenta de paseo con su lazo rojo en el pelo de la mano de su padre.
No tiene unos zapatos bonitos; tampoco, un vestido caro. Nunca comió en la penumbra de un buen restaurante; y en el colegio, apenas es nadie...
Pero ella va muy contenta de paseo con su lazo rojo en el pelo de la mano de su padre.