Opinión

COLECCIÓN GRÁFICA DEL POP ART

Mermelada de tomate, tomates verdes fritos...?, Keep calm! (& relaxing cup of café con leche) que traen una ¡'Sopa de tomate' de Warhol! Esta es una de las serigrafías seleccionadas para la exposición del Centro Cultural de la Deputación. En sus dos salas principales hay un elenco de la obra gráfica de Pop Art propiedad de la empresa asturiana MBA Grupo Incorporado de distribución de material sanitario -especializado en ortopedia, traumatología y neurocirugía, principalmente-, con obras de Andy Warhol, pero también su discípulo Pietro Psaier, y Lichtenstein, Rauschenberg o Haring, entre otros, como Ramos, Kaufman e Indiana. La compañía ha adquirido en los últimos años unas doscientas en las subastas de Londres y Nueva York, bajo la supervisión de Sotheby´s y Christie´s.


Una de sus primeras exposiciones fue en 2006 en Gijón en su Gallery 'Art and Food' de Gijón, espacio artístico y gastronómico, con menú estrella Michelin de Urrutia. Luego ha viajado a Cuenca, Hotel Palace de Madrid o al Institut Valenciá d'Art Modern en 2007: una promoción en el espacio público de colecciones privadas, al igual que en Ourense, que llega con la Fundación Cum Laude. Allí se hizo el magnífico catálogo con textos de Císcar, su directora y Palau, del Centre Pompidou, en una cuidada edición en cartoné con contenedor, en los dos idiomas oficiales, y además inglés, chino y árabe, futuros mercados. La empresa invirtió en estas obras desde el convencimiento de que el marketing las une. Lo interesante que sería que Coren, alguna empresa del sector vitivinícola o pizarrero, entendiese la potencia estratégica de una inversión en arte...




Desde la almoneda


En la segunda mitad del siglo pasado ha habido diversas muertes y resurrecciones de la pintura. Tras pintores ambiguos como Rauschenberg, y pseudo pintores como Warhol, a principios de los ochenta resurge la 'pintura pintura' con Baselitz y Anselm Kiefer.


Frente a la monotonía inerte del producto masivo -que ha prolongado en el tiempo Haring desde el grafiti y el aerosol-, después de tanta inflación fotográfica en una serie infinita de objetos idénticos, se ha reivindicado lo táctil como objeto de la auténtica comunicación entre ideas, mente y sentimientos. Porque toda pintura es la construcción de una ética, e incluso una metafísica, cómo ya Charles Baudelaire había intuido.


Más allá de la alineación de las vanguardias y neovanguardias hay 'buenos artistas' con una idiosincrasia personal que los define. Andy Warhol, figura emblemática del estilo, pone fin al período histórico del arte, naciendo la época plural de la Posmodernidad. De ello habla esta exposición, con unos marcos tan pretenciosos como innecesarios, que refuerzan la idea de lo banal. Como las láminas de Pop Art tamaño din-a4 que un diario madrileño editó, enmarcadas para ambientes 'lux all over'. Los numerosos visitantes hablan en voz alta y se hacen fotos, felices, delante de las serigrafías, alguna sin firmar, o tapices de lana. Ahora que el modelo MOMA neoyorkino (sólo lo anglosajón es válido) está finiquitado en nuestro mundo del siglo XXI...

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