Cada minuto que pasa, a cualquier persona de orden le entran unas ganas inopinadas de presentarse para ser el presidente del club de fans del presidente Feijóo. Es un auténtico crack, por más que lo zarandeen los datos. Alberto Núñez Feijóo continúa en medio de la zozobra sin despeinarse y eso que hace unos años que abandonó la gomina. Que la Encuesta de Población Activa (EPA) refleja que conseguir trabajo en esta tierra de aristas y de artistas es un sortilegio, pues se cuestiona un sondeo que es de los más fiables de Europa. Si lo dice Feijóo, pues bien dicho está, que es el único presidente que consiguió revalidar una mayoría absoluta en tiempos de crisis económica.
Hay muchas personas que no tienen curro y que no están dispuestas a levantarse para encontrarlo, arguye el presidente que han elegido los gallegos según la ley electoral. Y a tragar todos, que 41 diputados ya le gustaría al mismísimo Manuel Fraga y fue ministro con Franco.
Pero el presidente Feijóo, nuestro presidente, no nos olvidemos, funcionario de oficio, lleva toda una vida entre las costuras de la Administración y sabe cómo se cocinan a traición unos datos elaborados por un organismo en el que manda su partido.
A los gallegos nos quieren colgar mala fama. Los tipos de la EPA no patean las calles como hace el Gobierno de la Xunta ni se dan cuenta de que en Galicia se vive como dios manda. Y el que no, es que no quiere rascarla.
Con la actual situación, si la política fuese fútbol, el entrenador dimitiría o sería cesado de manera fulminante. Pero, ¡epa! que aquí está Feijóo un tipo que dirige el país sin prestar atención a los datos, pero sí a los votos.
Vayamos al banquillo. El veterano bisoño Xosé Manuel Beiras, el bisoño veterano Xosé Ramón Gómez Besteiro y el recién llegado Xavier Vence. Al portavoz del BNG poco se le puede sacudir porque no ha cobrado todavía un can del asunto público. ¿A quién sacamos al campo?
Sigamos jodidos como gallegos, según reza el vivido anuncio, que en Galicia tenemos unos políticos caralludos y un presidente que siempre queda bien en los medios estatales. ¡EPA, Feijóo! Este país palma en silencio. Es Galicia y no protesta.
