Estos días la política se parece a la sección diaria sobre el mercado de fichajes en los Deportes de verano. Y hasta que el lunes 25 se cierre el plazo para que los partidos y las coaliciones políticas presenten las listas con sus candidaturas ante la Junta Electoral para el 28-A, la tentación y el mosqueo puede acabar convirtiendo un rumor en noticia. Y después sucederá algo parecido en las municipales, por lo que el cuadro que resulte con las altas y bajas en cada formación, con la procedencia del fichaje entre paréntesis, permitirá intuir si en política el compromiso es ideológico o laboral. En Vox también puede ser militar, pues acaba de enrolar a cuatro generales retirados de una tacada.
Los codazos por los puestos de salida resultan inevitables, pero otra cosa son los cimientos del proyecto. Pedro Sánchez y Pablo Casado se han ocupado de rehacer las listas a su gusto. En el PP sólo Ana Pastor sobrevive a Mariano Rajoy para disgusto de la plataforma de víctimas del Alvia, encabezando la candidatura al Congreso por Pontevedra. José Blanco, el otro ministro de Fomento discutido por su papel en el accidente de Angrois, no repetirá como candidato por Lugo en las elecciones europeas. Sánchez no olvida el Comité Federal que lo expulsó de Ferraz. Las direcciones de los partidos corrigen a la militancia y el que no esté cómodo tiene dos opciones. El caso del hasta ayer concejal y candidato socialista a la alcaldía de Ourense, José Ángel Vázquez Barquero, es atípico. Ferraz le modeló la lista para competir en las municipales y se marcha poco antes de que comience el partido. José María García Tejerina también renuncia a la concejalía por lealtad. Claro que aquí un exsecretario general de los socialistas gallegos, Pachi Vázquez, lidera Espazo Común de cara a las locales.
Un líder se levanta pronto, armar un proyecto lleva algo más. Según publicó 'Diario de León', la semana pasada Ciudadanos envió una circular a sus militantes a través de whatsapp en la que pedía seis voluntarios para completar la candidatura al Congreso y al Senado. Sólo era necesario firmar la carta ética, la declaración jurada y una fotocopia del DNI. Ciudadanos y Vox necesitan tropa para no quedar en anécdota en Galicia. No todos resisten a la frustración, como se empeña la izquierda nacionalista.
