El socarrón entrenador galés John Benjamin Toshack acostumbraba a tirar de analogías para regatear los asuntos resbaladizos. "Un delantero sin gol es como un pub sin cerveza", contestó un día cuando esté chófer de anécdotas le preguntó sobre la estación de sequía por la que atravesaba uno de sus mejores puntas durante la última etapa en el banquillo del Real Madrid. Claro que Toshack es más de regadío y la entrevista sucedió hace un porrón de años, pero si la conversación se hubiese celebrado ayer después de las nueve de la noche en un pub de Ourense, podría haber contestado que un delantero sin gol es como un paseo sin paseantes.
Las principales calles de las grandes ciudades de Galicia fueron consagradas al Paseo, atinado nombre que recibe la de Ourense. Sucede lo mismo en la calle Príncipe de Vigo, en la calle Real de A Coruña... Rúas para soñar al salir del tajo que hay horas que siempre parecen de domingo. En estas arterias concebidas para el alterne y el comercio, lo único que se puede hacer ahora después de que candan las tiendas del imperio Inditex es contemplar escaparates con abundante diseño pero vida famélica. Y como resulta imposible tomarse un café, una caña, un lingotazo o criticar cómo se pavonea el personal, cuando cae la noche se convierten en un erial y dejan de palpitar, además de estar vestidas todas de la misma guisa.
Los vecinos estarán encantados sin la matraca nocturna. Y menos mal que hay alguien como Amancio Ortega que puede soportar el alquiler o la compra para mantener en pie unos solares privilegiados, pero a los que somos de regadío y charla como Toshack, un paseo sin pasean- tes es como si nos llevan a un pub sin cerveza o a un partido sin goles ni fútbol.
