Pobre y sufrida 'vicetodo' Soraya Sáenz de Santamaría. Asume con resignación que cobra 75.744 euros brutos, menos que sus dos secretarios de estado e incluso que su jefa de gabinete. "Yo no me quejo. Además, con el ritmo de trabajo que llevamos tampoco tenemos mucho tiempo para gastar". Es una pena, pero a gran parte del personal le sucede lo contrario. Anda sobrado de tiempo pero justito de 'cash'. Lástima casi provoca el presidente del Gobierno. Rajoy chupa todos los palos cuando es el que tiene un salario más bajo en Presidencia, 35.000 euros inferior al de Jorge Moragas, su jefe de departamento. Hasta núñez Feijóo se ha visto obligado a poner orden ante tanta desigualdad inaceptable y denunciar que no es de recibo que el jefe de protocolo gane más que el mismo presidente. Como tampoco es razonable que Teresa Pedrosa, delegada de la Zona Franca de Vigo, casi doble en soldada al inquilino de monte Pío.
El Portal de la Transparencia ha servido para que pasemos un día entretenidos husmeando en las nóminas de los representantes públicos, porque somos tanto de peluquería como de pandereta, mientras la aprobación de la ley mordaza nos cierra la boca sin disimulo y nos devuelve a la década de los años 50.
Entre lo que cobra uno y otro quizá se nos pueda escapar lo que se llevan entre todos. Los partidos políticos recibirán en 2014 más de 52 millones de euros del estado; 25,2 millones el PP, 14 el PSOE. Con los gastos electorales de las europeas la cantidad se dispara hasta los 84,2 millones. A ellos sí les esperan los tan cacareados tiempos mejores. El próximo año la partida se incrementará un 84,6%, hasta los 156,4 millones por los comicios municipales, autonómicos y generales. Los partidos se han convertido en multinacionales de la política. Como para dejar un negocio sin crisis.
