Ourense vive la noche: "¡Por fin vuelvo a bailar!"

La movida nocturna volvió a la ciudad de la mano del pub Keops, que acogió la prueba piloto del ocio en la provincia. Una treintena de clientes, con PCR negativo, disfrutó de cuatro horas de música y copas, eso sí, con prudencia.

La noche ourensana volvió este sábado a la vida de la mano del pub Keops, que acogió la prueba piloto del ocio nocturno en la provincia. "¡Teníamos ya muchas ganas de bailar, era una necesidad!", aseguraba Ángela María Fernández, una de las treinta personas que participaron en el dispositivo. "Realmente es lo que más echamos de menos después de tanto tiempo", añadía Fernández, visiblemente emocionada. Bailar, disfrutar de la noche y recuperar cierta normalidad: el objetivo fundamental de los participantes. "Es que bailar es vivir y la vida es urgente", decía María José Suárez, poco antes de entrar. 

El primero en llegar, pasadas las nueve de la noche, fue José Luis Rodríguez, de 59 años y con "moitas ganas". "Despois de case un ano pechados, necesitábamos xa un pouco de actividade", aseguraba antes de entrar. Aunque no bailó -"xa non estou para esas"-, la intención de Rodríguez era pasárselo "moi ben". 

Prudencia

Los participantes, todos ellos con resultados negativos de PCR, llegaron con el mensaje de prudencia y cautela perfectamente interiorizados. "Aunque todos seamos negativos ahí dentro, no nos podemos relajar. Esto todavía no ha pasado y es necesario  mantener las normas, las mismas que fuera. Te quitas la mascarilla para beber y te la vuelves a poner", comentaba Jorge Romero. "Yo creo que es tener conciencia y cuidado, y ya está", añadía Suárez. 

Las medidas, las ya conocidas: mascarilla y distancia social. "Los clientes ya vienen concienciados, pero además a la entrada se lo recordamos, les pedimos que se coloquen espaciados", señalaba Diego Nóvoa, gerente del local. 

Una deseada apertura

La clientela, contenta por la prueba de este sábado, espera que la reapertura del sector sea pronto. "Necesitamos ya que vuelva el ocio, que la ciudad vuelva a la vida", decía Suárez. Diego Nóvoa reconocía que les hubiese gustado "abrirle la puerta a mucha más gente", pero no era posible. "Hasta este viernes nos enviaban mensajes para poder venir", reconocía. Ahora solo falta que la Xunta cumpla el plazo prometido, y que el 1 de julio pubs y discotecas recuperen vida.

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