El incendio que se declaró el lunes por la noche en la cafetería Central Park de la ciudad pudo ser provocado por alguien que, tras forzar la puerta de acceso, roció el local con un líquido inflamable, posiblemente gasolina. Es la principal hipótesis que baraja la Policía Nacional, que ayer realizó una inspección ocular en las instalaciones. Además, los agentes comenzaron a tomar declaración a varios testigos que afirman haber visto salir a un hombre del local, que estaba cerrado al público cuando comenzaron las llamas.
La Policía Nacional trabajaba ayer con la hipótesis de que el incendio de la cafetería Central Park, situada en el Parque de San Lázaro de la ciudad, haya sido intencionado. Es más, los agentes realizaron una inspección ocular en las instalaciones e interrogaron a varias personas que afirman haber visto salir poco antes del fuego a un hombre del negocio -que estaba cerrado al público para poder identificarlo.
Hay muchos indicios que apuntan a que el fuego fue intencionado. Se están recopilando pruebas y otras están siendo analizadas en un laboratorio para esclarecer las causas que originaron las llamas y proceder así a la detención de los autores, explicaron fuentes policiales.
El fuego se declaró sobre las 22.30 horas y alarmó a los vecinos de la zona y a las personas que disfrutaban de una consumición en la terraza del bar que hay al lado, que fueron los encargados de alertar a la Policía Nacional al percatarse de la presencia de humo. Varios de ellos afirman haber visto salir a un hombre corriendo de la cafetería poco antes del fuego, añadieron fuentes policiales.
Una patrulla de la Policía Nacional se personó en el lugar y avisó a los bomberos, que daban por controlado el incendio volviendo al parque sobre las 01.10 horas de la madrugada. De la investigación se encarga la Policía Científica, que hoy tiene previsto volver a inspeccionar el negocio. Entre las muestras recogidas hay trozos de moqueta y madera que pudieron haber sido rociadas con líquido inflamable, posiblemente gasolina. Los agentes también comprobaron que la puerta principal de la cafetería había sido forzada. Destrozaron la cerradura, explicaron fuentes policiales.
Los bomberos cuando llegaron al lugar se encontraron con las puertas abiertas y mucha cantidad de humo. Lo primero que hicieron fue localizar el origen del incendio y sofocarlo, explicó el jefe de los bomberos, Aurelio Gálvez, presente en los trabajos de extinción. No encontramos nada extraño ni raro en las instalaciones, añadió.
La cafetería estaba cerrada por descanso del personal, pero tres horas antes, sobre las ocho de la tarde, el encargado de la limpieza estuvo en el interior porque aprovechamos los días de descanso para limpiar todo a fondo, explicaron fuentes de la empresa.
El personal abandonó las instalaciones sobre las nueve y media de la noche dejando todo en orden y listo para abrir al público al día siguiente. Ayer, la Policía Nacional también les tomaba declaración al igual que a los tres socios que regentan el negocio, que quedó prácticamente carbonizado. La parte más afectada está nada más entrar en el local, la parte posterior resultó dañada pero fue más bien por el humo. Tanto los enseres como las paredes están completamente ennegrecidas, añadieron en la empresa.
El siniestro congregó durante todo la jornada a muchos curiosos en las puertas de la cafetería, que permanecían precintadas por la Policía Nacional. En la acera aún se podían apreciar restos de ceniza.
El fuego no fue para cobrar el seguro
Los responsables de la cafetería, en la que se pueden observar detalles y símbolos del transcurrir cotidiano y la cultura americana, se mostraban ayer dispuestos a reabrir el negocio al público una vez reparados los daños del incendio. Ayer cancelaban reuniones y compromisos que tenían adquiridos con varios clientes, al tiempo que acudían a la Comisaría al ser llamados por los agentes para colaborar en la investigación. Todo apunta a que el incendio fue intencionado. Hay varias personas que vieron salir a un hombre del local cuando estaba cerrado y además la puerta ha sido forzada, explicaba uno de los socios.
El incendio dio pie durante la jornada a todo tipo de comentarios, que llegaron a los oídos de los propietarios. Entiendo que alguien piense que nosotros le plantamos fuego para cobrar una indemnización del seguro, pero nada más lejos de la realidad, quiso aclarar uno de los dueños. La cafetería está en la planta baja de un edificio de cuatro alturas situado al lado de la Casa Sindical y en el que sólo tiene un abogado su despacho, mientras el resto de viviendas están vacías. El edificio ya fue escenario de otro incendio, que se declaró en la madrugada del pasado 23 de marzo en el tejado. Entonces, los bomberos y la Policía también barajaron la hipótesis de que hubiera sido intencionado, aunque la investigación aún no concluido.
Hay muchos indicios que apuntan a que el fuego fue intencionado. Se están recopilando pruebas y otras están siendo analizadas en un laboratorio para esclarecer las causas que originaron las llamas y proceder así a la detención de los autores, explicaron fuentes policiales.
El fuego se declaró sobre las 22.30 horas y alarmó a los vecinos de la zona y a las personas que disfrutaban de una consumición en la terraza del bar que hay al lado, que fueron los encargados de alertar a la Policía Nacional al percatarse de la presencia de humo. Varios de ellos afirman haber visto salir a un hombre corriendo de la cafetería poco antes del fuego, añadieron fuentes policiales.
Una patrulla de la Policía Nacional se personó en el lugar y avisó a los bomberos, que daban por controlado el incendio volviendo al parque sobre las 01.10 horas de la madrugada. De la investigación se encarga la Policía Científica, que hoy tiene previsto volver a inspeccionar el negocio. Entre las muestras recogidas hay trozos de moqueta y madera que pudieron haber sido rociadas con líquido inflamable, posiblemente gasolina. Los agentes también comprobaron que la puerta principal de la cafetería había sido forzada. Destrozaron la cerradura, explicaron fuentes policiales.
Los bomberos cuando llegaron al lugar se encontraron con las puertas abiertas y mucha cantidad de humo. Lo primero que hicieron fue localizar el origen del incendio y sofocarlo, explicó el jefe de los bomberos, Aurelio Gálvez, presente en los trabajos de extinción. No encontramos nada extraño ni raro en las instalaciones, añadió.
La cafetería estaba cerrada por descanso del personal, pero tres horas antes, sobre las ocho de la tarde, el encargado de la limpieza estuvo en el interior porque aprovechamos los días de descanso para limpiar todo a fondo, explicaron fuentes de la empresa.
El personal abandonó las instalaciones sobre las nueve y media de la noche dejando todo en orden y listo para abrir al público al día siguiente. Ayer, la Policía Nacional también les tomaba declaración al igual que a los tres socios que regentan el negocio, que quedó prácticamente carbonizado. La parte más afectada está nada más entrar en el local, la parte posterior resultó dañada pero fue más bien por el humo. Tanto los enseres como las paredes están completamente ennegrecidas, añadieron en la empresa.
El siniestro congregó durante todo la jornada a muchos curiosos en las puertas de la cafetería, que permanecían precintadas por la Policía Nacional. En la acera aún se podían apreciar restos de ceniza.
El fuego no fue para cobrar el seguro
Los responsables de la cafetería, en la que se pueden observar detalles y símbolos del transcurrir cotidiano y la cultura americana, se mostraban ayer dispuestos a reabrir el negocio al público una vez reparados los daños del incendio. Ayer cancelaban reuniones y compromisos que tenían adquiridos con varios clientes, al tiempo que acudían a la Comisaría al ser llamados por los agentes para colaborar en la investigación. Todo apunta a que el incendio fue intencionado. Hay varias personas que vieron salir a un hombre del local cuando estaba cerrado y además la puerta ha sido forzada, explicaba uno de los socios.
El incendio dio pie durante la jornada a todo tipo de comentarios, que llegaron a los oídos de los propietarios. Entiendo que alguien piense que nosotros le plantamos fuego para cobrar una indemnización del seguro, pero nada más lejos de la realidad, quiso aclarar uno de los dueños. La cafetería está en la planta baja de un edificio de cuatro alturas situado al lado de la Casa Sindical y en el que sólo tiene un abogado su despacho, mientras el resto de viviendas están vacías. El edificio ya fue escenario de otro incendio, que se declaró en la madrugada del pasado 23 de marzo en el tejado. Entonces, los bomberos y la Policía también barajaron la hipótesis de que hubiera sido intencionado, aunque la investigación aún no concluido.
