La jubilación se presenta como una atractiva etapa para la mayoría de trabajadores más veteranos de la provincia, aunque cada vez son más los que se resisten a abandonar sus puestos y se mantienen en activo una vez sobrepasados los 65 años. Según los datos de la última Encuesta de Población Activa, relativa al cuarto trimestre de 2022, en Ourense hay 1.900 personas que siguen trabajando pasados los 65 años, de los cuales 800 son hombres y 1.100 mujeres.
En comparación con el cuarto trimestre de 2021, esta cifra se ha disparado un 72%, pasando de 1.100 a los casi dos millares. Así, este grupo ha vuelto a repuntar tras encadenar varios años de caída. El pico se tocó a finales de 2020, cuando había 3.100 personas trabajando por encima de esta edad. En el primer trimestre de 2021 cayó hasta los 2.200, mientras que en el segundo fue de 1.600 y en el tercero de 1.300.
Los expertos apuntan a dos factores principales como motivos de este repunte: por un lado, está el retraso de la edad de jubilación y por otro los incentivos a estirar la vida laboral. La decana del Colegio de Economistas de Ourense, Carmen Sampayo, indica que “a idade de xubilación elevouse e iso é obvio que inflúe”.
Hay que tener en cuenta que solo aquellos que acrediten más de 37 años y 9 meses cotizados podrán jubilarse con 65 años; los que tengan menos tienen que esperar hasta los 66 años y 4 meses para poder retirarse. A esto indica que “a sociedade avanzou e a xente continúa sentíndose ben con máis de 65 anos e non quere ter prexuízos á hora de cobrar a súa pensión, polo que decide estirar a súa vida”.
Sobre los incentivos para continuar la vida laboral, la doctora en economía María Cadaval incide en que “por primeira vez están tendo efecto”. Para ella, este incremento se debe “á suma do incremento da idade de xubilación, que pesa máis; e a estes incentivos”.
Algunos de estos incentivos son, por ejemplo, un porcentaje adicional del 4% por cada año completo cotizado después de cumplir la edad ordinaria o un pago de 12.600 euros al año si la persona ha cotizado más de 44 años y 6 meses. Cadaval cree que con la nueva reforma aprobada por el Gobierno los incentivos serán cada vez más atractivos y convencerán a más gente para retrasar su retiro laboral.
Falta de relevo
En materia de relevo generacional, el Servicio Público de Empleo Estatal afirma en su Observatorio Ocupacional que en la provincia de Ourense “por cada 100 personas potencialmente laborables hay 189 con perspectivas de jubilación”, una situación crítica. Cadaval cree “fundamental” la relevancia que tiene la falta de relevo en sectores como el comercio o los oficios, donde una persona que tenga una pequeña empresa “aguanta todo o que pode” porque no encuentra un sustituto que continúe con su negocio.
Las jubilaciones anticipadas repuntan en la universidad
“As prexubilacións van por sectores”, indica la experta en economía María Cadaval. Por ejemplo, indica que “moitos profesores universitarios decidiron xubilarse aos 60 anos, aínda perdendo unha parte considerable da prestación”. Aunque no lo califica de masivo, sí constata un aumento considerable de este adelanto de los retiros en este gremio.
Esta decisión, que implica pérdidas económicas, está motivada en algunos casos por la “incerteza” del futuro. “Agora saben que se poden xubilar con 60; dentro de dous anos igual non poden e prefiren coller esa xubilación anticipada”, argumenta. Eso sí, cree que cada vez serán menos los que opten por esta vía ya que los incentivos para estirar la vida laboral serán cada vez más atractivos. Coincidiendo con su colega, Carmen Sampayo opina que “as prexubilacións son cousa case de privilexiados dalgúns sectores, pero non é nin moito menos o máis común entre a poboación corrente”.
