Cigarrones y Pantallas desfilaron ayer por las calles de Verín y Xinzo en el preludio de los días grandes del Entroido, que se sucederá durante toda esta semana y parte de la siguiente. La celebración del Domingo Corredoiro congregó en Verín y Xinzo a cientos de personas deseosas de ver desfilar a sus máscaras por las calles.
Xinzo y Verín iniciaron ayer la cuenta atrás para la celebración de los días grandes del Entroido ourensano. Pantallas y Cigarrones salieron a la calle en una festividad, la del Domingo Corredoiro, donde la presencia de disfraces predominaba entre los viandantes. Con el meco, presidiendo a lo alto la Praza Maior, la charanga Os Chelos acompañó a las 12.30 horas la tradicional reunión de pantallas en Xinzo. La singular figura del Entroido antelano recorrió las calles y plazas más céntricas de la villa en su primera salida oficial. Xa as botábamos en falta, coincidían los residentes, quienes llevan quince días de fiesta, con las celebraciones del domingo fareleiro y oleiro.
Mientras, en el concello vecino de Verín, los cigarróns hacían coincidir su aparición con la salida de la misa en la iglesia parroquial ante el asombro de fieles y viandantes. En pocos minutos, las máscaras típicas del Entroido verinense se hicieron con las calles más céntricas de la villa, mostrando su látigo y haciendo sonar el inconfundible sonido de las chocas.
Por la tarde, ambas villas siguieron la fiesta del Entroido con interminables pasacalles y desfiles, con alguna que otra carroza incluida, hasta bien entrada la noche.
Desfile de cupidos
En el Concello de Boborás, los integrantes del taller de confección de disfraces con motivo de San Valentín, participaban ayer en un singular desfile por las parroquias del municipio. A las 15.30 horas partía desde el colegio una comitiva de cupidos, amenizada por la Charanga de Bande, para anunciar la llegada del carnaval en el rural.
Mientras, en el concello vecino de Verín, los cigarróns hacían coincidir su aparición con la salida de la misa en la iglesia parroquial ante el asombro de fieles y viandantes. En pocos minutos, las máscaras típicas del Entroido verinense se hicieron con las calles más céntricas de la villa, mostrando su látigo y haciendo sonar el inconfundible sonido de las chocas.
Por la tarde, ambas villas siguieron la fiesta del Entroido con interminables pasacalles y desfiles, con alguna que otra carroza incluida, hasta bien entrada la noche.
Desfile de cupidos
En el Concello de Boborás, los integrantes del taller de confección de disfraces con motivo de San Valentín, participaban ayer en un singular desfile por las parroquias del municipio. A las 15.30 horas partía desde el colegio una comitiva de cupidos, amenizada por la Charanga de Bande, para anunciar la llegada del carnaval en el rural.
